Fuentes cercanas al PP han ido evolucionando su versión. Al principio era el cáncer de mama que sufre la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, el principal motivo por el que apostaban sus compañeros de partido como la causa de la salida de Esperanza Aguirre. Sin embargo, dos horas después de conocerse el anuncio que ha eclipsado a la prensa nacional, los posibles motivos de la dimisión de la presidenta iban virando.
Esperanza Aguirre deja el Gobierno de la Comunidad de Madrid con la intención de darle un duro golpe a mariano Rajoy. La líder del PP de Madrid ya llevaba desde la vuelta del verano culpando al Gobierno nacional del déficit de su región. Desde el primer día que se puso ante los micrófonos tras la vuelta de las vacaciones, el 3 de septiembre con motivo de la reunión del Comité Ejecutivo del PP de Madrid, Aguirre dijo que el Ministerio de Hacienda le había devuelto 1.000 millones de euros menos.
La puya ya estaba echada. Además de una manera casi artificial. La expresidenta terminó su discurso en rueda de prensa y a continuación dijo que quería destacar dicho hecho que repitió cuatro días más tarde ante los medios tras la reunión del Consejo de Gobierno de Madrid.
El mismo día 3 además saltaba a los medios otra información. Una erosión interna en el PP nacional. Mayor Oreja y Esperanza Aguirre lideraron una oposición contra Mariano Rajoy y su equipo de Gobierno por la decisión de excarcelar al etarra Bolinaga. El exministro de Interior dejaba claro que en sus tiempos se excarcelaba a los etarras para conseguir la ilegalización de Batasuna, no como ahora, que sólo lleva al triunfo de Bildu. Aguirre apoyaba a Oreja y de nuevo no paraba de repetir ante los micrófonos que había una parte del PP y de los votantes muy descontentos ante la decisión del Ejecutivo sobre el ‘caso Bolinaga’. Pero la dimisión no podía venir antes. El pasado jueves Esperanza Aguirre cerraba el debate de la región de Madrid, tenía que estar para hacer el discurso y vencer a la izquierda. Pasado el debate, la presidenta era libre. Enfadada con el presidente del Gobierno por el déficit y su política terrorista, Aguirre le lanza el guante diciendo: “ahí te quedas Madrid”.
Se marcha una de las líderes más fuertes del PP dejando a un Gobierno debilitado por los recortes y con riesgo de quemarse en la hoguera. Aguirre no va a estar ahí para fortalecer el partido. Le da el espaldarazo removiendo los cimientos del PP y dejando en su puesto al peor enemigo de Mariano Rajoy; Ignacio González. La crisis ya está abierta en la sede nacional, que no quiere que el número dos de Aguirre se quede como presidente de la región. Rajoy nunca ha visto con buenos ojos al vicepresidente de Madrid hasta el punto de vetarle para la presidencia de Caja Madrid y nombrar a Rodrigo Rato.
Para fuentes cercanas al PSOE, sin embargo, los motivos de Aguirre son otros. Ven en sus palabras una estrategia ya vivida en sus propias carnes. La expresidenta dice que se retira para estar con su familia. Unos argumentos calcados a los de José Bono cuando anunció su dimisión como ministro de Defensa el 7 de abril de 2006 para luego volver dos años después como presidente del Congreso de los Diputados. Ambos son personajes caudillos y mesiánicos. Fuentes del círculo socialista ya tienen su apuesta: Aguirre sigue la estrategia Bono. Un tiempo de barbecho hasta que pasen los duros días de recorte y presentarse como la alternativa de la derecha a Presidente del país.
E.D.