Fue la gran apuesta del Presidente de la Xunta durante la precampaña en Galicia: un supuesto contrato con la petrolera mexicana Pemex para construir dos buques que otorgarán trabajo a miles de gallegos. Una propuesta golosa para Galicia que poco a poco ha ido deteriorándose porque, por el momento, nadie ha visto los papeles firmados. El PPdG defiende que se trata de contratos privados que no pueden ver la luz porque afectaría al desarrollo del acuerdo definitivo. El caso es que la sombra de la duda acecha al Gobierno gallego. Su promesa estrella se empaña por la falta de transparencia.
Sin embargo, desde el PSOE la teoría es otra: dudan de la existencia de los contratos. Según la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, el soterramiento de los papeles «afecta al ejercicio legítimo de la democracia». Los socialistas se acogen al artículo 109 de la Constitución que expresa que «todos los diputados y senadores tienen derecho a acceder a todos los documentos del Gobierno». Por eso, desde el Parlamento el grupo socialista reclama la celebración de una Comisión de Industria que despeje la incertidumbre que envuelve a Pemex. «No puede existir un Gobierno que tiene documentos que no puede enseñar».
Pero la sospecha no sólo rodea a la construcción de los buques, también a las cuentas presentadas en los Presupuestos gallegos. Según una auditoría del Consejo de Cuentas Gallego, el Gobierno de Feijóo manipuló las facturas para maquillar el déficit de la Xunta y demuestra que en el año 2010 se ocultaron 400 millones de euros. «Hizo trampas contables, se guardaron facturas y se trasladaron al ejercicio de 2011», ha denunciado Soraya Rodríguez que ha solicitado la comparecencia en la Cámara Baja de la actual Secretaria de Estado de Presupuestos.