El banco suizo Dresdner sabía desde abril de 2009 que Luis Bárcenas estaba sujeto a investigación en el caso Gürtel porque él mismo se lo comunicó. Hasta diciembre pasado, la justicia helvética no remitió al juez Pablo Ruz los documentos acreditativos de que Bárcenas era el titular real de una cuenta abierta a nombre de una fundación panameña propiedad de una sociedad domiciliada en el paraíso fiscal de Bermudas y cuyo saldo llegó a elevarse a 22 millones.
Casi cuatro años antes de aquel encuentro en Madrid con el emisario de la entidad suiza, el entonces tesorero y senador del PP, informó a su interlocutor sobre el «affaire del PP» o, lo que es lo mismo, sobre el complicado asunto que afectaba al partido por la investigación sobre el caso Gürtel.
Es en una nota fechada el 14 de abril de 2009 cuando el empleado que había visitado a Bárcenas en Madrid -«está muy prudente, no quiere aparecer en público»- escribió que el cliente le había contado lo mal que lo estaban pasando él y su familia. Bárcenas reiteró que las acusaciones eran «infundadas» y que «nada tenía que reprocharse sobre sus actividades en el seno del PP». A renglón seguido, informó al banco de que había presentado una denuncia contra el juez Garzón, que ya no instruía el caso. La investigación, detalló «el cliente», había sido remitida al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Aquella cita entre el enviado del Dresdner y Bárcenas tuvo lugar «en el domicilio de su amigo Ivan Y.». Es decir, en la casa de Iván Yáñez, quien en 2009 ya actuaba como representante del extesorero del PP ante el banco suizo. Jorge Verstringe, ex secretario general de Alianza Popular, asegura que Yáñez perteneció al equipo de gestión contable del partido durante la etapa de Ángel Sanchís. Sanchís, tesorero del PP hasta 1988 y predecesor de Rosendo Naseiro, comparte negocios con Bárcenas en Argentina, a tenor de la propia información facilitada por este último al Dresdner. En el apartado de empresas a las que estaba vinculado, Bárcenas incluyó La Moraleja SA, un emporio agropecuario presidido ahora por un hijo de Sanchís, quien en la prensa argentina aparece como el jefe de la empresa. Según Sanchís, no tiene nada que ver con el dinero que ocultaba Bárcenas en Suiza ni este es su socio. Los documentos del Dresdner acreditan que Sanchís se presentó en la entidad en febrero de 2009 y anunció a sus empleados cuáles sería la estrategia a seguir con la cuenta abierta a nombre de la fundación panameña Sinequanon.