El Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha defendido que la presencia pública de la religión en el espacio público y las propias creencias con argumentos racionales, que sirvan también para el que no cree. «Si nos oponemos al matrimonio entre personas del mismo sexo, no podemos usar argumentos confesionales. Existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonio no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada», ha declarado el Ministro, en un coloquio sobre «Religión y Espacio Público» celebrado en la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma.
Fernández Díaz ha manifestado que «las vigentes leyes educativas no respetan los acuerdos Iglesia-Estado en cuanto a la asignatura de religión» y que, por eso, entre otras cosas, se está elaborando una reforma. «La religión, según esos Acuerdos, no puede ser considerada una ‘maría’, y debe tener el mismo rango que otras asignaturas fundamentales».
A su juicio, en España hoy en día no se puede decir que exista persecución religiosa sino «indiferentismo, increencia, pero no persecución». «Otra cosa es la abdicación de las propias creencias. Conozco el Parlamento, y puedo decir que cuando se han aprobado determinadas leyes ha existido abdicación de las propias creencias, o increencia, pero no persecución. Si el 75% de la población española que se declara católica actuase en coherencia, determinadas leyes nunca se habrían aceptado», ha asegurado.
El ministro ha enmarcado la cuestión de la libertad religiosa y de la presencia pública de la religión como «un derecho reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, y cree que en el diálogo político a veces se olvida esto. En su opinión, es compatible la existencia de estados confesionales con la libertad religiosa, citando el caso de Estados como Malta, católica, Grecia, ortodoxa; o Reino Unido, donde la Reina es cabeza de la Iglesia».
«En el siglo XXI, con la coartada de lo políticamente correcto y la coartada de la defensa de la libertad de expresión, no se respeta en muchos ámbitos políticos y judiciales la libertad religiosa. Como botón de muestra está la sentencia que decía que los graves incidentes contra quienes participaban en la JMJ no eran escarnio, sino simples expresiones ingeniosas propias de la libertad de expresión», ha advertido.
La intervención de Jorge Fernández Díaz se produjo en la primera sesión de los llamados ‘Coloquios en la Embajada’, organizada por la Embajada de España, en colaboración con el Pontificio Consejo para la Cultura. Junto a él tomaron parte el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto y el ex primer ministro italiano Giuliano Amato. El cardenal español alertó sobre el laicismo: «El problema más radical de nuestra sociedad y de nuestra cultura es el de la negación de Dios y el vivir como si Dios no existiera. Esta negación de Dios lleva a organizar la sociedad prescindiendo de la dignidad de la persona».