Una treintena de etarras huidos se han registrado en el Consulado de España en Bayona (Francia) con el objetivo de poner fin a años de fuga al no tener ya causas pendientes con la Justicia por sus actividades relacionadas con la banda, según han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.
Estas fuentes describen un perfil de etarra que lleva varias décadas huido y citan casos de ‘laguntzales’ (colaboradores) que tuvieron alguna vinculación con ETA en la década de los 80 y que desde entonces habrían permanecido escondidos, principalmente en Sudamérica.
Siempre según estas fuentes, entre este nutrido grupo que se ha registrado en el Consulado de España en Bayona no se encuentra ningún terrorista especialmente relevante por su historial criminal.
El trámite consiste en realizar el registro consular, una cuestión para la que ETA hace ya meses que no pone obstáculos tras dar carta blanca a sus militantes sin causas pendientes o con sus delitos prescritos que de manera voluntaria decidan retornar a Francia o España.
Carta blanca para volver
Tanto ETA como la izquierda abertzale han pasado de prohibirles ese regreso a situarles en el centro de sus reivindicaciones utilizándolos junto a los presos o el desarme como medida de presión contra el Gobierno a la hora de forzar una negociación sobre lo que los terroristas llaman «consecuencias del conflicto».
El pasado 3 de noviembre, un grupo de huidos realizaron un acto en el sur de Francia donde manifestaron su deseo de poner fin a lo que denominan su «exilio». «Los refugiados venimos con ganas de aportar con voluntad de tomar parte en el proceso político como cualquier ciudadana o ciudadano vasco, así como con la firme intención de hacer desaparecer para siempre el exilio», decían.
Desde el Gobierno no se contempla ninguna negociación, pero el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado en varias ocasiones que aquellos que no tengan causas pendientes con la Justicia pueden solicitar sus pasaportes y regresar sin necesidad de renunciar a la banda o responder por años de militancia.
«No hay ningún plan para su vuelta, sino que trabajamos para que los que decidan volver lo hagan de forma ordenada, de tal suerte, que si han de responder ante la justicia, lo hagan y los que, evidentemente, no tengan causas pendientes, como todo ciudadano español, puedan volver», explica el ministro del Interior.
Precedente en 1998
Durante la tregua de 1998, el Ministerio del Interior del Gobierno de José María Aznar estableció un número de teléfono para que los etarras sin cuentas pendientes con la Justicia en el extranjero pudiesen llamar e informarse de sus posibilidades de regresar a España, si bien este contacto no tuvo excesivo éxito.
Tradicionalmente ETA prohibía el regreso a sus militantes fugados y respondía a las solicitudes de retorno con la apertura de expedientes –los llamados ‘EH’– en los que la dirección etarra estudiaba cada caso y otorgaba permisos con cuentagotas. Esa situación ha cambiado.
El Gobierno tiene constancia del regreso de etarras sin causas pendientes con la Justicia porque son los propios huidos los que acuden a los consulados y embajadas de España a solicitar pasaportes.
Para ello, previamente los abogados que habitualmente prestan servicio a los detenidos por su vinculación con ETA realizan consultas en los tribunales sobre la situación legal de los etarras que se encuentran huidos en el extranjero.