El pasado 4 de marzo se filtraba la declaración que realizó Iñaki Urdangarín el pasado 23 de febrero en presencia del juez Torres. El Duque de Palma declaraba textualmente el día que estuvo ante el juez y el fiscal que la Infanta no tenía función alguna: «Ninguna. Era una persona de confianza mía en la Junta». Y que estaba allí solo y exclusivamente: «Para dar transparencia, formalidad y comodidad, pero no hacía nada». A pesar de la insistencia de la pregunta que para dar transparencia no es necesario que estuviera la Infanta Cristina, pero para conseguir influencias sí y que si no sería que quería tener un plus de solvencia para conseguir contratos en empresas privadas, Iñaki aseguraba: «Nunca se pensó en ese criterio. Nunca».
Llegado el momento Corinna aseguró que no había hecho ninguna operación para Laureus, y sobre si le había facilitado alguna cuenta corriente a Corinna espetaba: «No voy a comentar sobre ese tema».
El día que saltaba a la luz que Iñaki Urdangarín tenía dificultades para pagar la hipoteca, la reacción de la opinión pública no se hizo esperar. Durante su declaración, al Duque de Palma se le preguntaba cuantas cuentas tenía: «una a nombre de Cristina, otra al mío, y otra conjunta con los gastos de la casa». La siguiente pregunta no tenía desperdicio: «¿Qué importe global tiene ahora en las tres?» a lo que respondía: «80.000 euros». Sobre que pasaba con la hipoteca aseguraba: «Al no tener sueldo me veo ‘imposibilizado’ de pagar» y en cuanto, a cuantas cuotas impagadas llevaba recordaba: «Creo que las dos últimas».
Iñaki Urdangarín tuvo en principio un amago de olvido, sobre su sueldo en Telefónica: «No lo recuerdo» hasta que cuando le iban a ayudar a recordar contesta: «No, creo que eran 350.000». Y tras dos preguntas acabó confesando que le facilitaron unos 200.000 euros para la vuelta a España.
Según los datos argumentados por Iñaki lleva dos cuotas de la hipoteca sin pagar, lo que sería para cualquier ciudadano, morosidad temprana. El protocolo general de la política bancaria según nos informan, es que a estas alturas cualquier ciudadano estaría recibiendo cartas de requerimiento. Si no arregla su situación, se convertiría en morosidad contable en el momento que pasen tres meses y un día procediéndose a mandar la documentación del juzgado. Tiempo estimado de recepción: un mes y medio, dos meses.
En seis meses debería estar ejecutado pero ahora, los bancos parece que estudian la situación y posibilidad de cada persona por si no pueden pagar.
¿Saltará en breve esta condición al Duque de Palma? Muchos medios se han hecho eco de que realmente lleva dos cuotas, pero no mensuales, sino trimestrales, lo que serían seis meses.
Ahora si la Infanta Cristina formara parte de esa hipoteca, y a no ser que estuviera a nombre de una sociedad, sería prácticamente imposible que no se estuviera pagando, porque los empleados tienen las nóminas en dos partes, (cobran cada 15 días), y si no se efectúan el pago, se les detrae en la segunda quincena para hacer frente al préstamo que haya que pagar.
A los empleados se les puede dar el 100 por 100 de la hipoteca. Muchos son los rumores que tras la famosa compra del palacete han surgido. Desde que cuando se firmara no constaba la Infanta Cristina, hasta que no hubo hipoteca. Al igual que siempre ha planeado entre sus compañeros que la Infanta Cristina solo desempeñaba un cargo honorífico en la entidad en la que trabaja y no cobraba nada. Sea como fuere, el tiempo será el que nos lo responderá o nos lo filtrará.