La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá este lunes una pena de 20 años de cárcel para los etarras Óscar Celarain, alias ‘Peio’, y Andoni Otegi Eraso, ‘Iousu’, por colocar varias bombas en un restaurante de Torrevieja y en la playa de Santa Pola durante la campaña de atentados que ETA llevó a cabo en la costa levantina durante el verano de 2002.
Ante la Sección Segunda de la Sala de lo Penal, el fiscal considerará a Celarain y Otegi autores de un delito continuado de estragos terroristas y exigirá que indemnicen a los perjudicados por los desperfectos causados en varios edificios y vehículos como consecuencia de los ataques.
En su escrito de conclusiones provisiones, el representante del Ministerio Público mantiene que los etarras formaban parte del ‘comando Argala’ de ETA y participaron en la ‘campaña de verano’ que desplegó la banda terrorista contra zonas de alta concentración turísticas durante 2002.
El 9 de agosto de 2009, la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Vitoria y el diario ‘Gara’ recibieron dos llamadas telefónicas anunciando la colocación de dos artefactos explosivos en el restaurante ‘Queen Burger’ de Torrevieja y en la Gran Playa de Santa Pola (Alicante).
El establecimiento fue desalojado y acordonado, antes de que la bomba, compuesta con entre 4 y 5 kilos de dinamita ‘titadyne’, hiciera explosión a las 14.00 horas en el servicio de caballeros, ocasionando importantes daños materiales en el restaurante, en el edificio en cuyos bajos se ubicaba y en los vehículos estacionados en las inmediaciones.
La boma estaba enterrada en las palmeras
Al mismo tiempo, se había iniciado la búsqueda del otro artefacto anunciado en la Gran Plaza de Santa Pola frente a la discoteca ‘Elcano’. Tras una búsqueda infructuosa, el DYA recibió una nueva llamada advirtiendo de que se encontraba enterrado junto a un grupo de palmeras próximo a la citada discoteca.
Finalmente, el 12 de agosto se localizó una mochila con el explosivo enterrada a entre 1,20 y 1,50 metros de profundidad en la playa, la cual fue desactivada por artificieros de la Guardia Civil. Ambas acciones terroristas fueron reivindicadas por ETA en el diario Gara en un comunicado publicado el 14 de agosto de 2002.
Según el fiscal, los acusados se hospedaron entre el 28 de julio y el 2 de agosto de aquel año en el camping Bahía de Santa Pola, ubicado a 400 metros del acuartelamiento de la Guardia Civil contra el que también atentaron.
Tras su detención en Francia, se les ocupó una cinta de vídeo en la que aparecían imágenes y fotografías de las viviendas atacadas, así como la documentación falsa que habían utilizado. Consta también una ‘autocrítica’ en la que detallaron su actuación en el verano de 2002, haciendo referencia a los atentados cometidos en la zona de Santa Pola y Torrevieja.
La Audiencia Nacional condenó el pasado mayo a 843 años de cárcel a Otegi y Celarain por colocar un coche bomba contra la casa-cuartel de Santa Pola (Alicante), que la banda perpetró el 4 de agosto de 2002 causando la muerte de un hombre que esperaba el autobús y una niña de seis años, hija de un agente de la Guardia Civil.