jueves, octubre 10, 2024
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Condenado un guardia civil que daba ‘chivatazos’ a su ‘camello’

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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de dos años y dos meses de inhabilitación dictada por la Audiencia Provincial de Lugo contra un guardia civil acusado de incurrir en un delito continuado de revelación de secretos. Este agente, consumidor habitual de cocaína, alertó en varias ocasiones a su camello de la posibilidad de que fuese detenido. Según la sentencia de la Audiencia Provincial, el agente de la Guardia Civil José Luis R.F. estaba destinado en el grupo de Información de la Comandancia de Lugo cuando se puso varias veces en contacto con una persona que le vendía cocaína, «sustancia que consumía con asiduidad».

Esa relación se mantuvo entre el verano de 2007 y agosto de 2009, periodo en el que el camello vendía la droga a su cliente sabiendo que se trataba de un guardia civil «y aprovechando la información que le daba a fin de no ser descubierto».

En concreto, el guardia civil condenado llegó a alertar a su camello en junio de 2008 de que agentes de policía se encontraban en las inmediaciones de su domicilio y el 13 de ese mismo mes que tenía su teléfono ‘pinchado’ por la Policía porque estaba siendo investigado.

Por estos hechos, la Audiencia de Lugo le condenó por un delito continuado de revelación de secretos a 4.320 euros de multa y a dos años y dos meses de inhabilitación especial para el desempeño de su profesión de guardia civil.

El agente recurrió esta condena ante el Tribunal Supremo que ahora ha decidido dar la razón a la Audiencia Provincial en una sentencia dictada el pasado miércoles y de la que es ponente el magistrado Alberto Jorge Barreiro.

«Resulta incuestionable que sí concurren los elementos del tipo penal de revelación de secretos (…) porque el acusado cuando divulgó tales informaciones era funcionario de la Guardia Civil y tuvo conocimiento de lo informado con motivo del ejercicio del cargo, ya que desempeñaba sus funciones en el Grupo de Información de la Comandancia de Lugo», dice la sentencia.

Su nombre estaba en la libreta del traficante

En esta resolución además, el Tribunal Supremo recuerda que «la causa penal» en la que se investigaba a su camello «tenía que estar declarada secreta puesto que se había ordenado una intervención telefónica».

El Alto Tribunal relata además como fue descubierta la conexión entre el guardia civil y la persona que le proporcionaba la droga (quien reconoció esta relación en el juicio). Según la sentencia, al traficante se le incautó una libreta en la que figuraban los nombres de sus clientes y las cantidades que le adeudaban. En esta relación se encontraba el apodo del guardia civil condenado.

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