El exconsejero de Economía del Gobierno de Navarra Álvaro Miranda ha afirmado durante su declaración ante la juez con motivo de la investigación sobre las dietas de Caja Navarra que la entidad financiera estaba «supervisada» por el Banco de España.
Miranda ha asegurado que «la supervisión de Caja Navarra se hacía integramente por el Banco de España desde el punto de vista financiero y hay dos acuerdos del Gobierno de Navarra de 2001 y 2004 que autorizan la inspección del Banco de España».
Así lo ha declarado el exconsejero ante la juez durante su comparecencia como imputado, según consta en las actas de la declaración que han sido publicadas por la asociación Kontuz! en su página web.
La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Pamplona ha informado a Miranda de los hechos a los que se refiere su imputación. En primer lugar, a la percepción de dietas por su asistencia a la Permanente de la Junta de Entidades Fundadoras de la CAN, órgano que no se crea hasta la aprobación del reglamento interno de junio de 2011 y que sin embargo se reunía desde agosto de 2010, en sesiones que, además, en ocasiones no tenían contenido, según la documentación disponible.
En segundo lugar, su imputación se refiere a la «falta de inspección» de la gestión y actividad desarrollada por Caja Navarra en su condición de consejero de Economía y Hacienda «según las atribuciones legal y estatutariamente establecidas».
Sobre lo referente a este segundo capítulo, Álvaro Miranda ha sostenido que la supervisión se realizaba «íntegramente» por el Banco de España «desde el punto de vista financiero» y ha asegurado que la inspección de Caja Navarra se refleja en los estatutos de 1976, hace 37 años.
En este punto, Miranda ha señalado que ha habido reformas de los estatutos en los años 2000, 2004 y 2010 y «se ha reproducido exactamente el mismo artículo en relación a la inspección».
El exconsejero ha asegurado que para entender el desarrollo de la actividad inspectora y supervisora de Caja Navarra «hay que tener en cuenta que había un reparto de tareas de forma que el Gobierno de Navarra hacía una parte y el Banco de España otra».
Estas tareas serían cuatro grupos, la alta inspección que realiza el Banco de España, la inspección y supervisión que realiza el Banco de España, el seguimiento contable o autorización del reparto de resultados que realiza el Gobierno de Navarra y la inspección fiscal que realiza el Gobierno de Navarra, según ha señalado Miranda.
El exconsejero ha asegurado que «esto se ha venido manteniendo de esta manera en los últimos 30 años» y que en relación a Caja Navarra ni tomó iniciativa para modificar nada ni se le indicó por nadie que «hubiera que hacer algo diferente». Miranda ha afirmado que cuando accedió al cargo de consejero «ésta era la forma de trabajo en relación a la inspección de Caja Navarra».
La juez le ha preguntado si se le daba traslado de los informes trimestrales emitidos por el Banco de España y el exconsejero ha señalado que esos informes no se le comunicaban, pero «conocía» que Caja Navarra era supervisada por el Banco de España, aunque no sabe con qué periodicidad.
Además, ha asegurado que solicitó al Banco de España información sobre el estado de Caja Navarra en «varias ocasiones» y expresamente mantuvo una conversación con el Banco de España el lunes siguiente a la publicación de los test de estrés de julio de 2010 y tuvo una reunión en Madrid en diciembre de 2010.
Daba «por hecho» que cobrarían dietas
Al margen de la inspección de la entidad, a lo largo de la declaración Álvaro Miranda también ha tenido que contestar diversas preguntas relacionadas con el cobro de dietas por asistir a las reuniones de la Junta de Entidades Fundadoras y de su Permanente.
En concreto, preguntado si se les mencionó que cobrarían una dieta por cada una de las sesiones a las que acudieran, Miranda ha dicho que cree que lo daban «por hecho por analogía» con los órganos de gobierno de Caja Navarra.
Asimismo, ha asegurado que no recuerda por qué se fijo que se celebrarían dos reuniones sucesivas en un mismo día en la Comisión Permanente y ha indicado que «supone» que era una «analogía» con la Junta de Entidades Fundadoras.
Según ha explicado, se realizaba una sesión para el seguimiento económico financiero de la entidad y otra sobre la actividad de los órganos de gobierno de la Caja.
Ha dicho que no le llamó la atención que se celebrara una sesión por cada una de las funciones y ha considerado que «el problema viene de la acumulación en un solo día de sesiones que se podían haber hecho en días distintos y no hubiera dado la imagen de acumulación de dietas». Según ha sostenido, la acumulación de sesiones «responde a la necesidad de cuadrar las agendas».
Preguntado si cree que el resto de miembros de la JEF conocía de la existencia de las sesiones de reporte o si se mencionaron en alguna ocasión estas reuniones, Miranda ha indicado que no lo puede «asegurar», pero cree que sí.
Además, el exconsejero ha manifestado que, «a pesar de que no se recoja en el acta y eso será el secretario quien tenga su método de redactarla, había una participación activa, había trabajo y había debate» por parte de los miembros que integraban el órgano.
Estrella Digital/EP