¿Cuándo? El 25 de abril. ¿Dónde? En los alrededores del Congreso de los Diputados. ¿A qué hora? A las 17.00 horas. ¿Duración? Indefinida, hasta la consecución de los objetivos. ¿Qué objetivos? La caída del régimen, dimisión del Gobierno, disolución de las Cortes y de la Jefatura del Estado, y la apertura de un proceso de transición hacia un nuevo modelo de organización política, económica y social, verdaderamente justo y solidario. Esta es la nueva convocatoria que la plataforma ¡En Pie!, -organizadora del primer Rodea el Congreso del pasado 25 de septiembre-, ha preparado para este jueves. Aunque con importantes matices. Entonces, la llamada fue a rodear el Parlamento, en esta ocasión, el verbo que encabeza la convocatoria es «asediar». «Asedio y liberación del Congreso de los Diputados», advierte el movimiento en su página web, que rompe con las reglas de no-violencia marcadas hasta el momento. A diferencia de todas las iniciativas surgidas a los albores del 15M, la plataforma ¡En Pie! apuesta por la “legítima defensa” frente a la violencia policial.
Las reacciones no se han hecho esperar. La semana pasada, la Junta de Portavoces del Congreso decidió suspender la sesión plenaria en el Parlamento este jueves y distribuir los trabajos previstos para esa jornada durante los días previos. El motivo que se ha dado desde la Cámara Baja es que no había ningún decreto ley ni proyecto legislativo pendiente de debate. Una decisión discutida por algunos parlamentarios, como Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida, que dice que se trata de un hecho «realmente increíble» al tratarse de una decisión que «va en contra de la propia Cámara». «Como si no tuviéramos temas que tratar, se suspende de manera excepcional la sesión del jueves y, sin lugar a dudas, se hace para evitar, para boicotear, para abortar la movilización social convocada en torno al Congreso de los Diputados», asevera. La delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, ya ha advertido de que la Policía «actuará para aplicar la Ley y defender el Estado de Derecho». De hecho, 1.400 agentes, tanto de las unidades de intervención policial (UIP) como de la Brigada Provincial de Información, están preparados para blindar el Parlamento. Y hasta la fecha, pocos – por no decir ninguno, salvo la Coordinadora 25S– son los colectivos habitualmente implicados en este tipo de iniciativas los que han decidido unirse a la causa.
«Nosotros hemos decidido no convocar para esta concentración», ha confirmado a ESTRELLA DIGITAL uno de los miembros del Juventud Sin Futuro. «No nos gusta mucho la convocatoria», ha justificado. «Cada uno es libre de convocar lo que quiera, pero nosotros a esta no vamos a ir, porque es una convocatoria que no nos gusta tanto como otras», explican desde esta plataforma, que asegura no posicionarse ni a favor ni en contra. Muy en la línea de lo esgrimido por Democracia Real ¡Ya!, Acampada Sol y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que también han preferido mantenerse al margen. La vertiente madrileña del 15M ha explicado que no comparte la metodología con la que se ha organizado la protesta ni «las formas» con las que se pretende llevar a cabo la acción. «No tiene nada que ver con nosotros», ha insistido el colectivo, que ha emitido un comunicado para advertir de que los ‘servicios jurídicos’ del movimiento «no darán cobertura legal a los posibles detenidos». «La Comisión Legal de Sol no puede compartir una convocatoria nacida de un proceso de toma de decisiones que no coincide con los principios de horizontalidad, participación y apertura que caracterizan al movimiento», explica en el documento.
El Gobierno, por su parte, y sin mencionar explícitamente esta convocatoria también ha mostrado su opinión a este respecto este miércoles, en la sesión de control al Gobierno en el Parlamento. La ‘número dos’ del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, ha atacado al principal partido de la oposición, y en concreto a su portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, a la que le ha recordado que «la paz social es responsabilidad de todos, como la defensa de la democracia y de las instituciones». «La democracia es lo que permite la alternancia. La democracia es lo que no tiene alternativa», ha insistido la vicepresidenta del Gobierno.
Críticas a la plataforma ¡En Pie!
La plataforma organizadora de esta nueva acción en las calles genera desconfianza. ¿Los motivos? Dos principlamente. En primer lugar, que es cerrada y opaca, nadie sabe quién la constituye y no todo el mundo puede formar parte de la misma si no le acepta antes el grupo. Y en segundo lugar, la ruptura de las reglas de la no violencia planteadas por el resto de colectivos. «Los objetivos del acto nos parecen poco viables y los convocantes están, prácticamente, llamando a la violencia», explicaba a Europa Press uno de los miembros del 15M madrileño. «Apoyamos la legítima defensa y la defensa activa, que es muy diferente», es la respuesta que desde su web oficial esgrimen los organizadores. Según aclara esta plataforma, no está dispuesta a «tolerar agresiones» en el «legítimo ejercicio» de la defensa de sus derechos fundamentales y anima a ejercer la legítima defensa «cuando sea necesario». ¿Qué tipo de defensa? Cualquiera de ellas será válida. «Nadie se defiende con uñas y dientes, contradiciendo la educación implantada por el sistema durante generaciones, mientras considera que puede evitarlo… No obstante, esto no debe ser razón para que nadie se autoexcluya de la convocatoria», explica ¡En Pie!
Cortes de carreteras, inhabilitación de cajeros automáticos, encierros, ocupaciones de inmuebles propiedad de la banca para vivienda, «asedios» de otros edificios relevantes, cortes de luz provocados en sitios estratégicos, escrache, inhabilitación de cámaras de vigilancia, expropiaciones de alimentos y otros bienes necesarios en multinacionales, decorar cristaleras de bancos y multinacionales con pintura, alquitrán, ácido…son algunas de las actividades secundarias propuestas también para la convocatoria de este jueves, a través de la cual, los organizadores animan a los participantes a «canalizar toda la rabia y todo el dolor que estamos viviendo como sociedad, y transformar ese sufrimiento en dignidad y en victoria para el pueblo».
La plataforma ¡En Pie! considera que esta iniciativa «es la única vía que tenemos como sociedad para salir de la miseria a la que nos han abocado quienes hoy ocupan el Congreso, y el resto de instituciones antidemocráticas que conforman este régimen al cual nos vemos sometidos». Aseguran no ser «indignados», sino personas comunes «con poco que perder, todo por ganar y con la dignidad en rebeldía». Y su mensaje no podía ser más claro: «Nuestra paciencia se ha agotado, hemos perdido el miedo y vamos a cambiar las reglas del juego. Las reglas esta vez las pone el pueblo».
Elsa S. Vejo