Los pacientes obesos españoles presentan una peor calidad de vida que los pacientes obesos americanos, según ha mostrado un estudio realizado por el Grupo de Estudio de la Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GO-SEEN) en colaboración con los doctores Ross D. Crosby y Ronette L. kolotkin, de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte (Estados Unidos).
En concreto, los investigadores han analizado a más de 1.600 pacientes de España y Estados Unidos y han comprobado que los españoles que padecen obesidad tienen más problemas con la función física, el trabajo y la vida sexual. Sin embargo, según ha explicado la doctora de la SEEN, Assumpta Caixás, no se han mostrado diferencias entre ambos grupos de pacientes respecto a los aspectos relativos a estrés o autoestima.
En España se estima que más de la mitad de la población adulta tiene problemas de sobrepeso y que el 30-35 por ciento tiene obesidad abdominal. En cuanto a la obesidad mórbida, se estima que se da en el 2 y 3 por ciento de la población aunque, si se consideran a todas las personas con obesidad que presentan un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 35, las tasas son de entre el 7 y el 10 por ciento, con una mayor representatividad en Extremadura, Andalucía, Albacete, Murcia, Galicia y Canarias.
«Debemos tener en cuenta que la obesidad mórbida, por sí misma, ya comporta una reducción manifiesta de la calidad de vida y entre 5-12 años menos de expectativa de vida (dependiendo de la edad de inicio de la obesidad mórbida), debido a las frecuentes complicaciones asociadas que acarrea», ha comentado el coordinador del Grupo para el estudio de la Obesidad de la SEEN, Albert Lecube.
Los pacientes obesos españoles presentaron, en el ‘test’ de calidad de vida que se les realizó, una puntuación peor en cuanto a condiciones físicas –41,8 puntos sobre 100– que sus homólogos estadounidenses –50,5 sobre 100–. Además, en una comparativa extrapolable al parámetro relativo a la vida sexual los españoles también puntuaron peor, 56,8 frente al 63,2 que los pacientes obesos de Estados Unidos.
«Una posible explicación de porqué los pacientes obesos españoles presentaron una puntuación peor que los pacientes obesos americano en los parámetros relacionados con la calidad de vida, podría atribuirse a que la epidemia de obesidad ha llegado más tarde en los países europeos y la población todavía no está adaptada a esta nueva situación y tampoco dispone de medios apropiados para enfrentarse a los ‘hándicaps’ que supone la obesidad», ha explicado Caixás.
Las mujeres obesas tienen peor autoestima que los hombres obesos
No obstante, los expertos no han encontrado diferencias en los niveles de autoestima presentados por ambos grupos de pacientes obesos, aunque sí por género, ya que las mujeres obesas, (tanto españolas como americanas) presentaron peor puntuación que los varones obesos de ambos países.
En este sentido, el estudio ha mostrado que las mujeres obesas americanas tienen además una peor calidad de vida sexual que el grupo masculino, datos que no se evidenciaron en el caso de las mujeres obesas españolas.
En cuanto a la relación existente entre el índice de masa corporal (IMC) y la calidad de vida, el estudio ha demostrado que ambos parámetros están estrechamente ligados. En este sentido, en el caso de participantes españoles en el estudio, por cada punto que aumentaba el IMC, disminuía un 1,95 la puntuación de la percepción de buena calidad de vida, mientras que en el caso de los norteamericanos por cada punto que aumentaba el IMC, disminuía su puntación en la encuesta en un 1,49. En el caso de las mujeres, y partiendo de los mismos IMC que los varones, sus índices de percepción de pérdida de calidad de vida eran mayores.
Por último, la investigación ha revelado también que en la población española existe un riesgo multiplicado por tres de padecer depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia en el caso de los pacientes obesos, frente a los no obesos.
De hecho, los datos han mostrado que más del 10 por ciento de los pacientes obesos presenta un trastorno de la alimentación que, como norma general, se trata de bulimia o trastorno por atracón.
Estrella Digital/EP