La Infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, no se han acogido a la amnistía fiscal con la que regularizar fondos supuestamente evadidos u ocultos, tal y como revelan los datos que en este sentido maneja la Agencia Tributaria, y que reflejan que tampoco lo han hecho el secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, ni los excontables y exasesores jurídicos del Instituto Nóos, Miguel y Marco Antonio Tejeiro, cuñados del exresponsable de la entidad Diego Torres.
Y es que, según han informado fuentes de la investigación a Europa Press, Torres es el único imputado en el marco del caso Nóos que se ha beneficiado hasta el momento de esta medida impulsada por el Gobierno, al regularizar hasta un total de 160.000 euros como persona física a través de una cuenta corriente localizada a su nombre en Luxemburgo.
Se trata de unos datos que Hacienda está pendiente de entregar al Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, después de que su titular, José Castro, solicitase a la Agencia Tributaria que compruebe si Urdangarin, la Infanta, Torres y su mujer, Ana María Tejeiro, los excontables de Nóos y las sociedades del conglomerado empresarial investigado habrían procedido a regularizar la situación tributaria de capitales ocultos o evadidos.
Según las mismas fuentes, los investigadores deben ahora determinar si los 160.000 euros regularizados por Torres se encuentran en la cuenta en la que fueron localizados y bloqueados unos 900.000 euros, o si por el contrario se hallan en otra distinta. En caso de que se encuentren en una diferente, desde el Juzgado se prevé librar una nueva comisión rogatoria a Luxemburgo para investigar la procedencia de los fondos.
Fue a finales del pasado mes de febrero cuando el magistrado atendió la una petición del sindicato Manos Limpias, personado como acusación popular, de que, como medio de prueba, la Agencia Trubutaria acreditase si los imputados se acogieron al Real Decreto Ley 12/2012 de 30 de marzo, que contempla la posibilidad de regularizar los fondos evadidos a cambio de pagar un gravamen especial, quedando así los contribuyentes exonerados de cualquier penalización o sanción.
Asimismo, Manos Limpias hacía extensiva la petición a las sociedades Nóos Consultoría Estratégica, Intuit Estrategy Innovation Lab, Shiriaimasu, Virtual Strategies, Aizoon -de la que Urdangarin es copropietario al 50 por ciento junto a su esposa-, De Goes Center For Stakeholder Management, Blossom Hills, Instituto Nóos y la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FCDIS).
En el caso de Urdangarin, en la declaración que prestó ante el juez el pasado 25 de febrero, negó disponer de cuentas bancarias en el exterior ni de ningún testaferro para desviar fondos procedentes de Nóos. No obstante, los investigadores libraron comisiones rogatorias a Suiza, Andorra y Luxemburgo con el objetivo de averiguar si se desviaron a estos países dinero del Instituto formalmente presidido por el Duque entre 2003 y 2006.
De hecho, la Fiscalía apunta que el marido de la Infanta Cristina cobró presuntamente 140.000 euros, a través de testaferros, en una cuenta corriente domiciliada en Suiza por la búsqueda de inversores en favor de la empresa Inversiones Financieras Aguas de Valencia (AGVAL), servicios por los que inicialmente pactó percibir 125.000 euros trimestrales junto a su colaborador José María Treviño, trabajos que finalmente no fructificaron.
Fondos bloqueados en una cuenta
Mientras tanto, en lo que a Torres y su mujer se refiere, el juez mantiene bloqueados unos 960.000 euros depositados en una cuenta bancaria de Luxemburgo, cuya titularidad está en manos del matrimonio. Sobre estos fondos, el exsocio de Urdangarin, interrogado por el magistrado el pasado día 16, justificó que se trataba de ahorros de su esposa que trasladó desde una cuenta de Antorra por no fiarse del sistema bancario de este Estado.
De hecho, el magistrado, ante la justificación del destino del dinero, se dirigió al imputado aseverando: «Por favor, no nos podemos contentar, aunque usted es el que impone, porque si dice ‘no declaro más’, no declara más; pero hombre, satisfaga nuestra curiosidad un poco más, porque eso no encaja».