Johnattan de Anta Pérez quería estudiar Informática en Salamanca, pero debido a la reforma educativa del Partido Popular se tiene que quedar el próximo curso haciendo un módulo de Formación Profesional en Zamora, su ciudad natal.
Tiene 19 años y un 5,4 en selectividad. Antes de la reforma hubiera podido obtener la beca, pero ya no basta con un 5, ahora es necesario un 5,5 de nota media el primer año para optar a las ayudas que concede el Ministerio de Educación. Lo ha intentado todo. Pidió la segunda corrección en Selectividad, pero no le subieron ni una centésima.
Para él, el objetivo de la reforma está claro, “las medidas del Partido Popular pretenden expulsar a los hijos de los trabajadores de la Universidad”. Su madre es ama de casa y su padre trabaja en la construcción. “Mi familia no tiene los recursos necesarios para costearme los estudios en Salamanca”, reconoce con tristeza.
Como Johnattan, hay 30.000 estudiantes en toda España que este curso no podrán acceder a la universidad, ya que Educación ha denegado 40.000 becas más que el año pasado debido al endurecimiento de los requisitos académicos para obtenerlas.
A partir del segundo curso, es necesario un 6,5 para optar a las ayudas y un 7,5 para estudios de post grado.»Si no los estudiantes deberían cuestionarse si han elegido bien su camino al empezar una carrera universitaria”, según las palabras José Ignacio Wert.
Además, si los alumnos no llegaran a aprobar al menos la mitad de los créditos matriculados, tienen que devolver la cuantía íntegra de la beca y para mantener las ayudas ya otorgadas, hay que aprobar el 90% de las asignaturas en lugar del 80% anterior a la reforma de Wert.
Suma y sigue.
Alex Hurtado, de 21 años, acabó un grado superior hace año y medio. Tenía la intención de ganar el dinero necesario para poder costearse los estudios universitarios y empezar la carrera de Historia en Madrid, pero se tiene que conformar con un módulo superior de Formación Profesional, ya que la matrícula ha aumentado a 1.600 euros en 2013 y ni él ni su familia pueden afrontar el gasto.
Le han denegado la beca porque no cumple uno de los requisitos determinados por el ministro de Educación: en familias de tres miembros, los ingresos no pueden ser superiores a 930 euros para optar a una ayuda.
“La Ley Wert es alarmantemente clasista. Prima más el dinero que la situación personal de cada familia y de cada estudiante”, nos cuenta Alex. Y es que como él, son muchos lo que están convencidos de que “están perjudicando a la escuela pública para beneficiar a la privada”. “Les quitan derechos a unos para dárselos a otros mejor posicionados económicamente”, afirma.
Las reformas más impopulares
“Están poniendo punto y final a las aspiraciones de miles de jóvenes”, afirma Jorge Pacheco de 21 años. Su situación es diferente, pero no menos alarmante. Ha gozado de la beca por movilidad desde hace dos años cuando empezó la carrera de Historia en Sevilla. Este año teme que se la retiren y sin esos 3.000 euros tendría que volverse a estudiar a Guadalajara.
Antes, las becas de movilidad diferenciaban a las familias especialmente desfavorecidas -a las que otorgaba 5.000 euros- de familias como la de Jorge -a las que les daban una ayuda de 3.000-. Ahora, la nueva Ley Wert engloba a todos en el mismo cajón de sastre de 1500 euros y añade una cantidad variable entre 60 y 500 euros en función de las notas.
“Aunque un estudiante saque todo diez, la máxima cantidad de la que puede disponer son 2000 euros. Sigue suponiendo un gran esfuerzo para la familia que tiene que mantener a un hijo que estudia lejos de casa”, apunta Jorge para quién las reformas del PP están siendo las más impopulares de la historia.
El tasazo
La consejera de Educación, Juventud y Deporte, Lucía Figar, anunció este miércoles que el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid subirá un 20% de media las tasas de los grados universitarios.
En concreto, la subida del crédito en los grados será de 4,9 euros y en el caso de la Formación Profesional de Grado Superior, las matriculas costarán más del doble que el pasado año
Sólo se quedarán como estaban el año pasado las tasas de los másteres y el precio de las Escuelas Infantiles, los precios de las Escuelas Oficiales de Idiomas y de las Enseñanzas Artísticas Superiores. Tampoco se aplicarán para los 40.000 alumnos que cuentan con beca en el sistema universitario madrileño, ya sea por alguna discapacidad, familia numerosa o por matrícula de honor.