De la amenaza al golpe hubo una reunión. Y desde el primer golpe al segundo, otra. En medio, cárcel para Luis Bárcenas y exclusivas periodísticas dirigidas contra la línea de flotación del presidente del Gobierno y la secretaria General del PP. Cuando Bárcenas ya había entrado en la cárcel una alta personalidad de la dirección nacional del PP se puso en contacto con un representante de los principales imputados en Gürtel. No fue la única llamada que recibieron de pesos pesados de Génova, 13.
El objetivo de la primera llamada era conocer la entidad de la documentación con que amenazaba el extesorero del partido y qué nombres estaban implicados en estos papeles. La conversación, o no fue sincera, o esta alta personalidad no evaluó bien la trascendencia y potencialidad explosiva de lo que le informaron. El “Huracán Bárcenas” estaba en marcha.
“Bárcenas se da por muerto y quiere llevarse por delante a Rajoy y Cospedal”
Ante la previsión de nuevas revelaciones el partido cambió de emisario. Esta vez la llamada corrió a cargo de un dirigente andaluz con buenas relaciones con Luis Bárcenas. El mensaje que recibió no pudo ser más desalentador para el aparato del PP. “Bárcenas se da por muerto, se ha resignado a pasar unos años en la cárcel y quiere llevarse por delante a los que considera culpables de su desgracia: Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal”, explica a ESTRELLA DIGITAL una fuente estrechamente vinculada a uno de los imputados que fueron requeridos para estas conversaciones.
Tras esta segunda llamada explotaron los SMS del presidente del Gobierno con Luis Bárcenas. Y se constató que se había roto la recién lograda unidad de acción entre los principales imputados de la trama Gürtel.
De fondo hay una lucha intestina en el PP por el control del poder, en el partido e incluso en el Gobierno. Algunos de los imputados en la causa que sigue el juez Ruz se consideran envueltos en medio de esa guerra y víctimas colaterales de este estallido violento del “Huracán Bárcenas”.
De un lado, Bárcenas da por tierra quemada su relación con el partido y ha decidido golpear. Ha elegido un letrado, Javier Gómez de Liaño, con magníficas relaciones en un ámbito de la prensa de Madrid.
Por otro lado, Pablo Crespo está en contra de la vendetta que ha iniciado el extesorero del PP. Es partidario de no romper los puentes negociadores. Por eso no es extraño que su abogado, Miguel Durán, acudiera a la prisión a charlar con el airado Luis Bárcenas.
El resto más bien ve un ciclón que puede arrasar su ya frágil posición, con todos los fondos retenidos por la Justicia y sin casi ningún margen de maniobra, incluso ahora que están fuera de prisión.
Decisiones llamativas
Anticorrupción decidió no llamar a declarar ante el juez a Cascos ni a Arenas. Sí a Cospedal.
En este contexto dos decisiones del ámbito judicial se interpretan como la clara apuesta del ministro Gallardón en medio de esta crisis. El Consejo General del Poder Judicial decidió hace unas fechas prorrogar al juez Ruz en su comisión de servicio al frente del Juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional. O sea, que le dio luz verde para seguir con la instrucción de la causa. De otro lado, la Fiscalía Anticorrupción decidió no llamar a declarar ante el juez a Francisco Álvarez Cascos ni a Javier Arenas. Sí a Dolores de Cospedal. Decisiones ambas que salen del ámbito competencial del ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón.
La secretaria General y presidenta de Castilla La Mancha es la última víctima del “Huracán Bárcenas”, aunque parecía que iba a quedar a salvo en las contabilidades B del PP. El documento que ha salido a la luz, relacionado con una importante constructora, la coloca en la zona cero del territorio devastado por los documentos que atesoraba Bárcenas. Al parecer, en su propia casa, por increíble que parezca.