No hay verano sin incendios y… sin el pirómano de turno. Por ese motivo, y para intentar acabar con él, Salvador Victoria, consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del gobierno regional, encargó este miércoles a la Guardia Civil un estudio sobre el incendio ocurrido ese mismo día en Navas del Rey. Gracias a la cercanía de otro, el de Almorox (Toledo), las llamas pudieron sofocarse en menos de media hora.
La quema intencionada de 4 hectáreas coincide con las características del incendio acontecidoel año pasado en Robledo de Chavela, donde ardieron 1.600 hectáreas repartidasen 7 focos, distribuidos en un radio similar al siniestro de Navas. El modus operandi parece ser el mismo, pero hasta que los agentes forestales no realicen la investigación no se podrá asegurar que el sospechoso es el artífice de ambos delitos.
Los 7 focos estaban repartidos en a penas 300 metros en una superficie de alta riqueza ecológica y a una hora en la que la temperatura era especialmente alta. Al parecer algunos vecinos de la zona han logrado ver al supuesto autor y se ha podido crear un perfil del mismo.
Esta zona de la sierra madrileña lleva más de diez años sufriendo incendios continuados. En Pelayos de la Presa se han producido nada menos que 12 desde el año 2001 al 2010. En Cadalso de los Vidrios también se mascó la tragedia el 1 de agosto de 2002, arrasando el fuego 600 hectáreas, pero sin ocasionar daños humanos. Las causas de esteincidente aun siguen siendo desconocidas. En Almorox (Toledo) las llamas afectaron a 1.400 hectáreas, siendo la causa de las mismas un posible chispazo de una de las máquinas que estaban trabajando en la limpieza de las cunetas de las carreteras.
Sólo en el 1,5% de los casos se identifica al responsable
En España, un 55% de los incendios forestales son intencionados, pero sólo en el 1,5% de estos casos se logró identificar a sus responsables, según un informa de WWF. Pese a que cada vez hay más medios de extinción y se toman medidas de concienciación ciudadana,l a media de incendios por año es de 16.000, una cifra muy elevada.
Dadas las circunstancias y la cantidad de superficie calcinada, se precisa un investigación contundente sobre estos incendios provocados por acciones humanas.