Detroit, una de las mayores urbes de Estados Unidos y centro de la industria automovilística norteamericana, ha aprobado declararse en suspensión de pagos con el objetivo de poder reestructurar su deuda, con lo que se ha convertido en la mayor ciudad del país que se acoge a este proceso, ha informado el diario The New York Times.
Fuentes gubernamentales estadounidenses han asegurado que Detroit ya ha registrado su declaración de bancarrota, lo que supone remitir su situación a los tribunales federales.
Un gestor de emergencia, que se encargará ahora de supervisar la gestión de la urbe, deberá aprobar la declaración de bancarrota, que también deberá ser refrendada por el gobernador del estado de Michigan, Rick Snyder. Según The New York Times, se trata de la mayor declaración de quiebra de toda la historia de Estados Unidos en términos de deuda.
Tras la declaración de suspensión de pagos, la Casa Blanca ha informado de que el presidente, Barack Obama, y sus asesores están siguiendo con atención la situación en esta metrópoli.
«Mientras los líderes sobre el terreno en Michigan y los prestamistas entiendan que deben encontrar una solución al grave desafío financiero de Detroit, seguimos comprometidos con continuar con nuestra fuerte alianza con Detroit para su recuperación y su revitalización para continuar siendo una de las grandes ciudades de América», ha explicado Amy Brundage, portavoz de la Casa Blanca.