Después de dos años en la Moncloa y de haber realizado infinidad de viajes al extranjero el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, nunca se ha atrevido a expresarse públicamente en otro idioma que no fuera el español. Ni siquiera se ha lanzado con el inglés. Muchas han sido las críticas que le ha tocado recibir por su incapacidad de mantener una conversación con otro líder internacional sin la necesidad de que un traductor le ayude. Pero parece que en Japón ha decidido cambiar la tónica habitual y echar toda la carne en el asador.
«Doumo arigato gozaimashita» o lo que viene a ser lo mismo: «muchas gracias por su atención». Así ha sido como el líder del Ejecutivo ‘popular’ ha concluido el discurso que ha pronunciado este miércoles durante la inauguración de la exposición Dentro y Fuera, las dos caras del informalismo español, preparada por el Museo Nacional de Arte Reina Sofía sobre artistas españoles como Tàpies, Saura, Esteban Vicente o José Guerrero, en Tokio donde se encuentra en viaje oficial con un claro objetivo: la búsqueda de nuevas inversiones. Todos los gestos son pocos para lograr el dinero japonés, y parece que Rajoy está bien concienciado.