Demasiada diplomacia por parte del Gobierno central había existido hasta el momento en respuesta al monumental enfado de Baleares y de la Comunidad de Madrid respecto al reparto que se ha hecho en los Presupuestos Generales del Estado para 2014 de las inversiones del Estado Central en cada una de las comunidades autónomas. «Al final, todos los problemas se solucionan», dijo este jueves el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cuando fue preguntado durante su viaje oficial a Japón. Lo cierto es que entonces, el líder del Ejecutivo lo único que hacía era rebajar la tensión que habían ocasionado unas polémicas declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando de manera irónica pidió a Ignacio González (Madrid) y José Ramón Bauzá (Baleares), que dejaran de hacer «política de campanario, puesto que pertenecen a planteamientos políticos del pasado» y «no estamos para bromas» fue la respuesta del Ejecutivo madrileño.
El revuelo montado no ha sido pequeño. No obstante, desde Moncloa insisten en que estas críticas suelen ser «habituales». «Son cosas que suele pasar siempre y es inevitable. Pero al final cualquier problema se va a solucionar», tranquilizó Rajoy desde Tokio, quien recordó que lo que pretenden los Presupuestos es «contribuir al gran objetivo nacional» del país, que es crecer y generar empleo. «Ése es el gran objetivo y los PGE son un instrumento como la corrección del déficit público, las reformas estructurales o la reforma del sector financiero», zanjó. Una línea argumentativa similar a la empleada por su ‘número dos’ este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque ella le ha añadido actitud y rotundidad. «Pido que se vea como lo que es, una ley para construir la recuperación económica, invirtiendo hasta donde se puede invertir».
De esta manera, Santamaría ha querido aprovechar su intervención para recordar a los díscolos de su partido, que hasta el momento son los que más guerra han dado con las inversiones que recibirán, que este dinero no es para beneficiar a ninguna comunidad autónoma en concreto, sino para «beneficiar a todos los españoles» por igual. «Los Presupuestos no deben verse desde la perspectiva de una comunidad autónoma porque benefician a todas», ha insistido Santamaría, que al igual que hiciera su jefe este jueves, ha asegurado que si se observa la reacción de las autonomías a lo largo de los años, es muy variable de un ejercicio a otro y depende de la obra que esté en marcha. «Cuando el AVE pasa por una Comunidad ve incrementadas sus inversiones, pero esa infraestructura es para el conjunto de los españoles que se pueden beneficiar de ella de una u otra manera», ha recalcado.
Así pues, y por si hasta el momento no había quedado suficientemente claro, incluso ha pedido a los presidentes autonómicos que se paren a analizar cómo abordan en sus comunidades sus respectivos presupuestos anuales. «No se analiza si benefician más a un pueblo u otro, porque son del conjunto de la comunidad. Los Presupuestos del Estado deben verse de la misma manera y en una perspectiva amplia», ha añadido. Aún así, y por si la disconformidad persiste les ha emplazado al debate parlamentario y les ha recordado que ahora serán los grupos parlamentarios los que presenten las pertinentes enmiendas.