jueves, octubre 3, 2024
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«¡El aborto es sagrado!»

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El aborto no estaba en el orden del día. Ningún diputado tenía previsto interpelar al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, por la futura ley del aborto. Pero no ha hecho falta. Tres activistas de la organización feminista internacional FEMEN han acaparado todo la atención de los asistentes al pleno de este miércoles, entre ellos el presidente del Gobierno -que aún se encontraba en el Hemiciclo-, cuando con el pecho al descubierto y con pintadas de protesta han irrumpido a gritos en la sesión de control al Gobierno. «El aborto es sagrado», han gritado desesperadas las tres jóvenes mientras el titular de justicia respondía a la diputada de UPyD Irene Lozano sobre una cuestión ajena al aborto.

Agarradas a la columna y a la barandilla -una de ellas incluso con el cuerpo fuera de la tribuna- han protagonizado la anécdota de la jornada. El Hemiciclo al completo ha sido incapaz de articular palabra. Algunas caras de sorpresa, otras de indignación y otras desencajadas como las del presidente del Congreso Jesús Posada -que no ha acertado a decir ni una palabra- o el ministro de Justicia -objeto de la protesta- han sido las expresiones más comentadas en los pasillos, donde por supuesto, todo el mundo ha hablado de ello. «Es una vergüenza», comentaban algunos diputados ‘populares’, mientras que otros parlamentarios más acostumbrados a la gresca como Joan Tardá de ERC aplaudían la actuación y recordaban el derecho de todos los españoles a manifestar sus opiniones sobre lo que el Gobierno está haciendo.

Tras más de un minuto de gritos, el espectáculo ha llegado a su fin cuando los ujieres y el servicio de seguridad de la Cámara Baja ha logrado -no con poco esfuerzo- reducir a las activistas y llevárselas detenidas a las dependencias policiales del Congreso desde donde han sido trasladadas a la Comisaría de Moratalaz, donde pasarán a disposición judicial. A continuación, y cuando la sesión se ha reanudado, ha sido Gallardón el que se ha ocupado de afear la conducta de las tres jóvenes, mientras que Posada ha optado por ignorar el incidente. Dentro del Hemiciclo, únicamente el portavoz de La Izquierda Plural, Cayo Lara, ha hecho referencia a la protesta y ha recordado a sus compañeros parlamentarios la legitimidad de derecho a defender el aborto. Opinión bien alejada de la del ministro de Justicia, que a la salida de la sesión se ha parado unos minutos con los periodistas para dejar constancia de que lo que ha ocurrido en el Congreso es una «falta de respeto a la soberanía popular».

En un principio se rumoreaba en los pasillos sobre la posibilidad de que las activistas hubieran sido invitadas por algún grupo parlamentario, pero el presidente del Congreso inmediatamente lo ha negado. «Han entrado haciendo uso del turno libre», ha asegurado Posada, es decir, el que pueden utilizar todos los ciudadanos para asistir a la sesión de control al Gobierno con cita previa. El presidente del Congreso ha admitido haberle pillado por sorpresa, aunque ha sacado pecho ante la respuesta dada. «Se han dado los pasos lógicos, creo que se ha actuado con prudencia», ha aseverado Posada, quien ha reconocido haber pasado miedo ante la posibilidad de que hubiera ocurrido «una desgracia».

FEMEN es un movimiento feminista que lleva en acción desde hace más de cinco años en Ucrania, Alemania y Francia, y que desde hace un tiempo también en España. Su identidad propia está en que todas ellas portan un mensaje escrito en su torso desnudo, su cabeza está adornada por una corona de flores y lanzan gritos contra la Iglesia, la explotación sexual y la opresión a la mujer. Este miércoles ha sido la primera vez que irrumpía en el Parlamento español y lo ha hecho con fuerza. Ellas -entre las que se encontraba la líder de la organización en España, Laura Alcázar-  y su semidesnudo han protagonizado la imagen de la jornada

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