martes, noviembre 26, 2024
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El catalanismo de izquierdas afila armas contra la beatificación masiva

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La ciudad de Tarragona albergará la macrobeatificación de 522 mártires de la Guerra Civil este domingo en el Complejo Educativo, en las afueras de la ciudad. Coincidiendo casi con el día de la Fiesta Nacional de España, el sábado 12, la Conferencia Episcopal Española ultima los preparativos de la Beatificación del Año de la Fe, la más grande de la historia de la Iglesia. Un acontecimiento que no ha dejado a nadie indiferente en kilómetros a la redonda.

La presencia en el acto del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el ruido de la manifestación “som catalans, som espanyols” en Barcelona prevista para el 12-O, han desencadenado la controversia política, e incluso amenaza reabrir las heridas de la Guerra Civil en la zona, apenas cerradas superficialmente después de 75 años.

La ultraderecha ha anunciado que “irá a Barcelona a manifestar y ejercer su odio contra los catalanes”

Los laicistas amenazan con boicotear la celebración del domingo “porque tiene contenido político, un rango franquista”, señala Alejandro Caballero, miembro de las juventudes del PSC Tarragona, “es un insulto a la memoria” afirman los críticos. Una docena de entidades soberanitas denuncian que la ultraderecha ha anunciado que “irá a Barcelona a manifestar y ejercer su odio contra los catalanes, con la firme voluntad de agredir y provocar desórdenes en nombre de España”.

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, ha señalado por su parte que el evento contará con 25.000 participantes. Presidido por el cardenal Angelo Amato, como representante del Papa Francisco, estarán presentes en torno a 4.000 parientes de los mártires y participarán un centenar de obispos, 30 procedentes del extranjero, y 1.400 sacerdotes. El episcopado ha invitado a la Casa del Rey y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el de Interior, Jorge Fernández, y el presidente del Congreso, Jesús Posada han confirmado su asistencia, entre otros altos cargos. Reflejo de la expectación ante la posible confrontación es la afluencia masiva de medios de comunicación. Hay acreditados cerca de 800 periodistas para cubrir el acto religioso.

Diversas entidades, sindicatos, partidos políticos y ciudadanos se oponen la beatificación masiva , de manera que el run-run de un boicot sonoro ronda Tarragona. Estas voces han constituido la “Coordinadora para la laicidad y la dignidad” preparada hasta para boicotear la celebración del Día de la Hispanidad, un día antes de la beatificación masiva.

El Papa Benedicto XVI, explicó que la razón del macro evento está en que “por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio”. “No es un acto acertado porque es un acto político en el que la Iglesia quiere aparecer como víctima cuando también fue verdugo”, confirma Jordi Salvador, de UGT.

El responsable de UGT defiende que “no se debería pagar un acto que hurga en la herida de España con presupuestos generales” porque el dinero que hay que invertir en seguridad es descomunal ante “ciudadanos radicales”. De hecho, la ciudad está en alerta y las medidas de seguridad para este día serán extremas con el fin de evitar que se produzcan incidentes tanto por laicistas como por la posible presencia de miembros de la extrema derecha desplazados a rebufo del acto católico. No se permitirá la entrada al recinto de banderas ni pancartas, aunque en la calle los cuerpos policiales han establecido un dispositivo de seguridad por temor ante los posibles daños y desórdenes públicos.

¿Por qué en Cataluña?

Desde la CEE afirman que Tarragona es el lugar elegido porque “de los nuevos beatos la causa más numerosa es la de la diócesis catalana, 147 de los 500”, y porque era tierra de grandes santos y mártires en la antigüedad, “cuenta con una gran historia de fe cristiana y martirial”. Sin embargo, UGT sostiene que “la elección no es neutral, hay un conflicto político abierto entre España y Cataluña y esto es una parte más que contribuye a hurgar en la herida”.

La izquierda catalanista no cree en casualidades y ven resonancias “con cierto españolismo casposo que aún vive»

Por un lado, la CEE apunta que la elección del día 13 para el acto es pura casualidad. De hecho, fuentes cercanas al arzobispado de Tarragona señalan que la fecha elegida era el 27 de octubre, pero que la celebración de un gran acto en Roma impedía la presencia de obispos y personalidades. La izquierda catalanista no cree en casualidades y ven resonancias “con cierto españolismo casposo que aún vive. Su intención es que fascistas con aguiluchos en las manos estén en las calles tarraconenses, son fachas no españoles”, comenta Caballero. El secretario general de UGT añade que además, coincide “con el fusilamiento del republicano Francisco Ferrer Guardia, asesinado en 1909 durante La Semana Trágica”, otro indicio de que para él no es pura casualidad.

En 2008 ya se produjo en Roma otra gran beatificación de mártires y desde el entorno socialista y nacionalista se llegó a decir que el evento se preparó para atacarles. Pero ahora el contexto es distinto, ya que entonces se pensó que “aquella canonización era una respuesta de la CEE a determinadas iniciativas políticas, aunque evidentemente no era así porque un acto así exige varios años de preparación”, afirma Martínez Camino. Para el dirigente episcopal, la Iglesia no está ligada a ningún calendario político y no hay motivos políticos, “lo hacemos cuando toca”. Por ello, el también obispo auxiliar de Madrid ha agregado que los mártires lo son por ser católicos, por “odio de la fe”.

Interés económico

Ambos bandos coinciden en los beneficios económicos que puede acarrear la beatificación masiva. La afluencia de un número tan elevado de personas dejará beneficios, pero “no todo en la vida es un beneficio económico”, apostilla Salvador. Desde las juventudes del PSC sostienen que “va a traer más problemas que beneficios económicos, porque son criminales y no vienen con actitud pacífica”.

El Ayuntamiento de Tarragona ha puesto en marcha un plan de promoción turística de la ciudad, en el que ponen a disposición de los ciudadanos autobuses desde distintas partes de España para pasar el fin de semana en la ciudad. Esta medida ha levantado ampollas en la izquierda, porque se supone que un Ayuntamiento en manos del PSC no debe llamar a la población a este tipo de actos, y muchos menos apoyarlos.

A falta de unas horas para el gran evento, todos velan armas en Tarragona.

 

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