Lleva dos días en huelga de hambre y duerme en la puerta del Sol. Se ha instalado bajo la estatua de Carlos III de la céntrica plaza. Le cubre un paraguas que le protege de los rayos del sol que todavía queman a mediodía en la capital. Explica que su decisión no es fruto de un impulso ni de un arrebato. Ya lo tenía claro desde hace tiempo. «Mi historia aquí comienza mucho tiempo atrás. Ya tenía pensado, meditado y asimilado que en algún momento de mi vida iba a hacer frente a esta situación. Tenía esa semilla en mí y era cuestión de tiempo que brotara».
Se llama Jorge Arzuaga, tiene 25 años, es de Bilbao y es ingeniero. La crisis no le ha tocado de cerca. Gracias al esfuerzo de sus padres ha podido estudiar en la universidad y no ha sufrido problemas económicos. Pero su conciencia y sus principios han dicho ‘basta’. Ya no soporta la situación política y social de nuestro país. Ya no aguanta ver a más desahuciados, a más familias empobrecidas por la crisis y los recortes. Se niega a ver más miseria, por eso, se opone al Gobierno y exige elecciones anticipadas.
«La situación es muy extrema. Una huelga de hambre es dura, sí lo es, pero yo mañana mismo puedo dejarla y volver a casa, pero hay gente que está viviendo verdaderas situaciones de desesperación, que no tienen con que alimentar a sus hijos, que van a ser desahuciados o que ya han sido desahuciados. Por eso estoy aquí». Este joven bilbaíno, que ha estudiado Ingeniería Técnica de Obras Públicas e Ingeniería de Caminos y Puertos, decidió dejar todo atrás para comprarse un billete de autobús de treinta euros para viajar a la capital e iniciar su protesta.
Su principal objetivo es la dimisión del Ejecutivo, al que critica por el incumplimiento de su programa electoral. «En primer lugar quiero referirme al Gobierno y a la situación de ilegitimidad con la que están gobernando. Se presentaron a las elecciones con un programa electoral que no han cumplido. Si nuestra democracia se basa en votar cada cuatro años y que cada uno haga lo que le de la gana sin contar con nosotros… y si encima pueden presentar un programa electoral que pueden incumplirlo, apaga y vámonos».
También ha querido referirse al ‘caso Bárcenas’ y a los silencios de Mariano Rajoy. «Es evidente que es culpable. Una persona que es inocente pone todo su empeño en defender su inocencia, da todas las explicaciones necesarias y pone todos los medios a disposición de los jueces, no se esconde, no se niega a dar explicaciones y no destruye información del caso. Está claro que algo están ocultando».
Jorge sabe lo que quiere y sabe a lo que se enfrenta. Sabe que su acción es complicada y que puede poner en riesgo su salud, pero seguirá adelante. «Estoy muy contento y muy animado por todo el apoyo que estoy recibiendo de la gente, que a final es mi alimento».