Plantar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando ejercía de presidenta en funciones es una cosa. Plantar al titular del Ejecutivo central ya es otra. A tanto ya no se ha atrevido el líder catalán, Artur Mas, que aunque no le permitirán intervenir, sí que hará acto de presencia en el Foro Económico del Mediterráneo Occidental que se celebra este miércoles en Barcelona. La tensión entre ambos Ejecutivos es insostenible, pero está claro que la sangre nunca llega al río. La cuerda se tensa al máximo, pero nunca lo suficiente como para romperla. Para poner la nota de color ya están los republicanos catalanes, que el president muchas veces parece que suelta -como sabuesos- para que le hagan el trabajo sucio.
«Pagará las consecuencias». Esta es la advertencia que el diputado de ERC, Joan Tardá, ha lanzado al Ejecutivo ‘popular’ desde los pasillos del Congreso de los Diputados. «No vamos a aceptar desprecios de este tipo», ha rematado. Según Tardá, es «inaceptable», además de una «vergüenza», que el Gobierno central «intente silenciar al presidente de nuestro país».
Desde el principio, la intención del Ejecutivo central era clara: Artur Mas no intervendría en el Foro. Aunque la Generalitat ha hecho todo lo posible para que no fuera así. Tal y como relatan fuentes cercanas al Ejecutivo catalán, el portavoz del Govern, Francesc Homs ha intentado hasta el último momento negociar con el Gobierno de Rajoy su asistencia y su intervención, pero ha sido imposible. El Gobierno catalán había pedido que Mas hiciera un discurso inaugural y el «no» ha sido rotundo. Según las mismas fuentes, Moncloa no se fía de lo que el presidente autonómico pueda decir y ha optado por la fórmula más sencilla: negarles esta posibilidad, alegando que la decisión no le compete a Moncloa y que se trata de una reunión de Estados, en la que sólo intervienen los presidentes de dichos estados. Respuesta que no ha gustado al Ejecutivo catalán, pero que no le queda más remedio que acatar. Finalmente, Artur Mas asistirá al foro. Según ha aclarado Homs en rueda de prensa, el presidente catalán acudirá al acto sólo a recibir a las autoridades, después se volverá al Parlamento catalán, pero acto de presencia sí hará.
Minutos antes de conocerse la decisión del líder catalán, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ya había descartado la intervención de Artur Mas. «Este acontecimiento lleva mucho tiempo en preparación y hace mucho tiempo que se cerró un programa que yo entendía que con conocimiento y satisfacción de todas las partes interesadas», explicaba el ministro en los pasillos del Parlamento, quien además ha señalado que no se puede intentar «rebajar la tensión saltándose un poco las reglas del juego». Así pues, y siguiendo con el argumentario oficial, el ministro ha subrayado que en este tipo de reuniones formales «solo intervienen los ministros de los Estados miembros», en este caso los países que integran el 5+5 (España, Francia, Portugal, Italia, y Malta, del lado europeo, y Marruecos, Argelia, Libia, Mauritania y Túnez, del lado africano), y más concretamente los ministros de Portugal y Mauritania que copresiden este foro.