El presidente del PSOE, José Antonio Griñán, ha asegurado este sábado en su despedida de la Secretaría General del PSOE-A que el partido en Andalucía estaba «obligado hace ya tiempo al cambio generacional» y ha defendido: «los de mi generación hemos prestado un buen servicio a España y Andalucía, pero nuestro tiempo ha pasado».
Griñán ha lanzado este mensaje durante la defensa de su informe de gestión en el Congreso Regional extraordinario que cederá el liderazgo del partido a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en el que ha reivindicado que su «tarea era hacer la transición» porque nunca aspiró «a más y tampoco a menos» y ha pedido perdón a quienes han sido críticos con su gestión, «con los que he sido injusto a veces».
El expresidente de la Junta ha iniciado su discurso trasladando a los delegados que «ha llegado al río y ha cruzado el puente». «Pero no penséis que me voy a otra orilla distinta, sino que sigo en la misma, menos dando la cara, la del socialismo democrático en la que siempre me he sentido a gusto», ha dicho.
En una sosegada intervención, ha recordado que defendió desde que asumió el liderazgo del PSOE-A que el proceso de renovación era necesario porque se corría el riesgo de que su «generación se convirtiera en un tapón para la siguiente» y ha advertido de que «se equivocan quienes piensan que con determinadas renovaciones se acaban los liderazgos» porque, en su opinión, «una organización que no sabe abrirse a las nuevas generaciones no tiene futuro».
Griñán ha expuesto todo el proceso que se cierra este fin de semana con el acceso de Díaz a la Secretaría del PSOE-A, en el que ha seguido «dos reglas, medir los tiempos y no anticipar las estrategias hasta que las vayas a desarrollar», y ha admitido que «de entre todas las decisiones que debe tomar un político, ninguna es tan difícil como saber cuándo abrir la puerta al relevo», para la que no existe «manual de instrucciones» y que él adoptó a partir de una «reflexión personal y autocrítica desde la lealtad con el partido y el compromiso con Andalucía».
Acierto de la «decisión estratégica»
Ha resaltado el acierto de la «decisión estratégica» de agotar la legislatura y convocar las elecciones autonómicas en solitario tras dos derrotas en las urnas durante 2011, pero ha advertido de que el «éxito» de mantener el gobierno en coalición con IULV-CA no ocultaba un «aspecto preocupante» porque el PSOE-A había obtenido «el segundo peor resultado en autonómicas y por primera vez no fue el partido más votado», lo que exigía «reflexión autocrítica sin romper el partido» para «rectificar la deriva de malos resultados electorales» porque era preciso «recuperar la confianza ciudadana y poner al partido como oferta creíble».
Griñán, que ha resumido su gestión al frente del PSOE-A en haber «conservado el gobierno, logrado un pacto político que garantiza estabilidad y un proceso de renovación interna que supone un cambio generacional y de género», ha llegado a reconocer que «tenía la certeza de que no sería un buen cartel electoral porque mi tiempo había pasado y la derecha iba a estar todo el día hablando de los ERE».
«Había personas jóvenes que eran mejor opción que yo. Sólo era necesario tener ojos para ver y sentido común para tomar la decisión», ha subrayado el todavía secretario general del PSOE-A, que ha alertado sobre el peligro de que «la política se encierre en sí misma» y se presente como una «casta al margen de la ciudadanía» convirtiendo la política «en un reñidero y en una lucha para liquidar al adversario».
Ha manifestado que tras un relevo institucional, ahora toca un relevo orgánico que va a situar a Susana Díaz como la persona con mayor poder orgánico e institucional en el partido y la ha definido como una mujer «capaz, honesta, luchadora e inteligente», que representa un cambio generacional y de género.
Para Griñán, su condición de mujer no es irrelevante, en unos tiempos en los que se está organizando una «brutal ofensiva neoconservadora» que pretende volver a aquellos «años de plomo en los que las mujeres estaban sometidas al varón».
En su opinión, la igualdad solo existe en la medida en que es real, de manera que no hay descanso para luchar contra todo tipo de discriminación.
Se ha mostrado convencido de que con el equipo que va a configurar Susana Díaz como nueva secretaria general del PSOE-A, se va a dar un salto cualitativo, porque, teniendo en cuenta que el problema del partido es de «credibilidad», ella «es creíble», dice las cosas con claridad y además sonríe. «Sonreír alegra a tus amigos y cabrea a tus enemigos, así que sonríe siempre», ha trasladado a Díaz.
Para Griñán, todos los procesos de renovación hay que afrontarlos desde el orgullo de lo que somos y de lo que hemos construido, lo que no nos debe llevar a añorar tiempos pasados, pero sí a coger fuerzas renovadas para afrontar los retos.
Ha recordado que los socialistas han hecho país con un sistema nacional de salud, con la educación pública universal y gratuita y también al respetar la indisoluble diversidad de las tierras y pueblos de España como garantía de la unidad, que se sostiene en la igualdad de todos los españoles vivamos donde vivamos. «Nuestra patria es la España de la igualdad», ha expresado.
«Una derecha dura y radical»
En estos momentos, según ha agregado, nos encontramos en España con «una derecha dura, radical, extremadamente conservadora y alejada del centro, que incluso está rompiendo el modelo de convivencia de la Constitución». Ha expresado su preocupación por que esa derecha recele del derecho a reunión, a manifestación, a huelga o a la negociación colectiva, al tiempo que se «siente incómoda» con el título primero de la Carta Magna. Se trata, según ha recalcado el también presidente del PSOE, de una derecha «dura y extrema que combate al sindicalismo» y trata de torcer el brazo de los trabajadores para dejarlos dóciles, mientras que también trata de destruir nuestro sistema educativo.
Frente a ella, según Griñán, el socialismo ha de ser una fuerza incluyente y amplia, alejada del sectarismo y que abra el partido y lo comparta con todos aquellos que también tienen nuestras mismas ambiciones, al tiempo que debe forjar ampliar mayorías.
Griñán ha trasladado a Susana Díaz que es el momento de empezar a ganar el futuro, mientras que él ha llegado a un momento de la vida en el que siente nostalgia de futuro y «ganas de seguir luchando por él».
Tras apuntar que no es dado a dar consejos a nadie, sí ha querido trasladar hoy uno a sus compañeros que van a asumir la responsabilidad de dirigir el partido: «no os dejéis llevar por la corrección política hasta el extremo de haceros previsibles o insustanciales». «Sed incansables e indomables, jamás deis batalla por vencida porque los socialistas no nos rendimos y si caemos, nos levantamos», ha dicho el expresidente de la Junta, quien también ha recomendado a sus compañeros que no hagan política de mero tacticismo, sino que sepan siempre mirar a la meta y «navegar hacia el puerto».
«Contáis con la mejor militancia de España y con la fuerza del sur, que siempre hizo grande al socialismo español», ha expresado Griñán.
Ha señalado que ha dejado sus responsabilidades en la vida política sabiendo que su tarea ha sido hacer la «transición»: «no aspiraba a más, aunque tampoco a menos». Ha expresado que hoy es deudor de todos: «de los que me habéis estado a mi lado, me habéis dado fuerza y habéis ensanchado mi punto de vista; de los que han sido críticos con mi gestión, con los que he sido injusto a veces y a los que pido perdón públicamente», y de «toda la militancia».
«Gracias por vuestro apoyo, por vuestra crítica y por vuestro cariño. Gracias», ha finalizado la última intervención de Griñán como secretario general del PSOE-A.