sábado, septiembre 21, 2024
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‘Tarifa plana’ de 100 euros por contrato indefinido

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Tal y como estaba previsto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se guardaba un as bajo la manga para el debate sobre el Estado de la Nación. Según ha avanzado el propio presidente, el Ejecutivo 'popular' aún no puede adelantar «detalles muy concretos» sobre la nueva reforma fiscal que ya se está cocinando, pero sí ha aprovechado esta intervención para hacer dos anuncios: uno en materia fiscal y otro en materia laboral. A partir de 2015, 12 millones de contribuyente se verán beneficiados de la reforma fiscal. «El cambio más inmediato en la estructura de impuestos aliviará la carga a las rentas medias y bajas», ha proclamado Rajoy. Tanto es así, que los trabajadores que ganan menos de 12.000 euros al año, no pagarán el IRPF. Además, se mejorarán las deducciones fiscales para las familias, porque se elevarán «significativamente» los mínimos personales por hijos. Y lo mismo se hará respecto a los ascendientes y personas con discapacidad que convivan con el contribuyente. Aunque no ha concretado más.

Según el calendario previsto, el Gobierno espera tener en marzo ya en sus manos el informe encargado a los expertos el pasado mes de junio; a partir de ahí, entre los meses de abril y mayo, el Ejecutivo elaborará la nueva ley, y ya en junio está previsto que la nueva reforma fiscal esté lista para ser discutida en el Congreso de los Diputados. En cualquier caso, los ciudadanos no se benfeciarán de ella hasta 2015. Importante año electoral.

No obstante, y tal y como ha insistido el presidente en la gran mayoría de su intervención, el empleo sigue siendo «la principal de sus preocupaciones» y por ello ha anunciado beneficios a las empresas en este sentido, siempre y cuando se comprometan a crear empleo «neto y estable». Así pues, este viernes, el Consejo de Ministros aprobará una rebaja en las cotizaciones que permitirá a cualquier empresa, independientemente de su tamaño, es decir, las grandes empresas también se podrán beneficiar de esta medida, cotizar a la seguridad social (por contigencias comunes) 100 euros al mes durante los primeros 24 meses. ¿La condición? tener al menos durante 3 años contratado a ese trabajador. De no ser así, el empresario deberá devolver la diferencia de la que se benifició.

Según los cálculos del Gobierno, para un sueldo bruto al año de 20.000 euros y que el importe de su cotización a la seguridad social es de 5.700 euros, cada nuevo empleado contratado, pasará a costarle a una empresa 1.200 euros, es decir, ésto supondría para una empresa un ahorro del 75%.

Además, y ya en colaboración con las Comunidades Autónomas, el Gobierno aprobará antes de verano una Estrategia de Activación para el Empleo para los próximos dos años. Entre estas políticas se incluyen la plena implatación del Acuerdo Marco de colaboración con agencias privadas de colocación o el Portal Único de Empleo en el mes de abril. Los jóvenes siguen siendo su obsesión. Por esta razón, dentro del Plan de Garantía Juvenil se promoverá la contratación de 1.000 jóvenes licenciados o con grado superior de formación profesional para realizar tareas de Investigación y Desarrollo

Cataluña y corrupción

Por lo demás, nada nuevo bajo el sol. Optimismo económico a raudales. Así ha arrancado el líder del Ejecutivo su primera intervención en la cita más importante del año en el Congreso de los Diputados. Después de un extenso preámbulo repleto de titulares periodísticos con los que el presidente ha pretendido ilustrar la evolución de la percepción sobre la economía española, «del abismo a la esperanza», Rajoy ha comenzado a enumerar uno a uno sus 'logros': la prima de riesgo ha alcanzado mínimos, el paro registra sus mejores cifras desde que se iniciara la crisis y las inversiones extranjeras demuestran la confianza alcanzada en los mercados internacionales. «Por resumirlo todo en una imagen: hemos atravesado con éxito el Cabo de Hornos», sentenció Rajoy, quien también se ha ocupado muy mucho de no parecer excesivamente «triunfalista», aunque ya era demasiado tarde.

Puesto en faena, el presidente del Gobierno también ha adelantado el nuevo escenario macroeconómico en el que se mueve su Ejecutivo. Ha revisado al alza la previsión de crecimiento del PIB en términos reales:  el 1% para 2014 y el 1,5% para 2015. Se espera un saldo positivo en la balanza por cuenta corriente y capital del 2% en 2014 y del 2,5% en 2015. Y ya se proclama a los cuatro vientos la «creación de empleo neto en 2014».

Dejando de lado la economía, Rajoy sólo ha hecho mención a dos temas: la corrupción y Cataluña. Sobre el primero de ellos, y siempre en términos generales -no ha mencionado para nada el 'caso Bárcenas'-, el presidente 'popular' se ha puesto de abanderado de esta lucha y ha resumido las tres patas en las que a su entender se tiene que centrar la «regeneración democrática»: el control de la actividad financiera de los partidos políticos, la regulación del ejercicio del alto cargo y la creación de nuevas figuras penales, como la financiación ilegal de partidos políticos. Según Rajoy, ello será suficiente para cerrar «los espacios a la impunidad», puesto que la corrupción «no ataca a ningún partido en especial, sino a la propia política». Y en esta línea, ha advertido de que «la alternativa a la política no existe».

Ventilado este controvertido asunto, ha ido a por el siguiente: Cataluña. En este sentido, sus manifestaciones han sido las mismas defendidas hasta la fecha: defensa a ultranza de la unidad de España y del escrupuloso cumplimiento de la ley. De nuevo, Rajoy ha asegurado que el referéndum no se va a celebrar porque «es ilegal» y ha recordado a los catalanes que no están solos. «Voy a pelear por los catalanes, por su progresos y por su bienestar», ha zanjado el presidente.

Los temas ausentes

Claro que tras hora y media de discurso -la misma duración que el año pasado-, también ha habido temas a los que el líder del Ejecutivo no ha empleado ni una línea, pese al escándalo público y mediático que han supuesto algunos de ellos. Así pues, Mariano Rajoy no ha hablado de los últimos sucesos acontecidos en Ceuta y que le han costado la vida a 15 personas, pese a ser la inmigración uno de los temas claves del Ejecutivo del PP en Bruselas. Y tampoco ha hecho ninguna mención a la polémica reforma del aborto, que supone un retroceso mayor respecto a la normativa de 1985, así como tampoco a ETA. Desprecio absoluto al último anuncio realizado por la banda terrorista y que ya ha sido calificado por el Ejecutivo de «teatro». 

Ahora bien, eso no quiere decir que sean temas que no salgan a relucir. La oposición parlamentaria ya está preparada para ello. 

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