La lista para las próximas elecciones europeas del 25 de mayo sigue siendo uno de los secretos mejor guardados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Hasta el momento, el único nombre confirmado por parte de la dirección nacional es el del presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que este jueves ha participado en un desayuno informativo organizado por Europa Press. «Valcárcel cuenta con un lugar privilegiado de la candidatura de la formación. Hay político para rato», ha aseverado la secretaria general, María Dolores de Cospeda,l ante la atenta mirada de varias personalidades del PP, como las del ministro de Jusiticia, Alberto Ruiz Gallardón o la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.
El presidente murciano ha insistido en que él no será el cabeza de lista porque en el PP «hay personas» que tienen «infinitamente más méritos, experiencia, conocimientos y trayectoria» europea que él; y ha aprovechado esta intervención en la capital para señalar a sus favoritos: el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y el secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo. El primero, en boca de todos prácticamente desde el principio de que comenzara a pensarse en estos comicios, pese a no ser este su verdadero deseo, tal y como publicó ESTRELLA DIGITAL. El segundo, sin embargo, lo ha introducido de nuevas Valcárcel en la quiniela. Es cierto que Méndez de Vigo es junto a Cañete uno de los hombres más experimentados en política comunitaria que tiene el Partido Popular, pero hasta este momento su nombre no había entrado en la puja mediática.
Este miércoles, el presidente del Gobierno dijo en los pasillos del Congreso, tras concluir el debate sobre el Estado de la Nación, que aún «no había pensado» en el cabeza de lista para Europa. «He estado al debate», dijo con una sonrisa en la boca. Aunque quienes le rodean insisten en que Rajoy no deja nada para la improvisación. Este es un tema en el que el líder del Ejecutivo ha pensado y mucho. De hecho, y tal y como ya informó este periódico, el presidente ya ha mantenido conversaciones con Arias Cañete a este respecto, el nombre que con más fuerza suena en las quinielas después de que Jaime Mayor Oreja se autodescartara de la carrera. «Seguro que el presidente tiene las ideas muy claras», ha llegado a afirmar el presidente murciano, quien ha asegurado que aún no sabe en qué puesto irá él.
Según Valcárcel, los tiempos para tomar este tipo de decisiones siempre obedecen a razones no de improvisación sino de estrategia, idoneidad y conveniencia: «Es un movimiento de piezas de ajedrez». Tal y como reconocen en el PP, la decisión del presidente «no es fácil». Cuenta con algunos contras. En primer lugar, la «pereza» del ministro de Agricultura por meterse en una «campaña electoral de alta intensidad» cuando su verdadero deseo es optar al puesto de comisario europeo. Y en segundo lugar, que la salida de Cañete obligaría a Rajoy a acometer la primera crisis de Gobierno. Concluido el Debate sobre el Estado de la Nación, y una vez instalada entre los suyos la sensación de «fortaleza» del Gobierno del PP, el líder 'popular' parece ahora menos dispuesto a mover fichas en su Ejecutivo.
Y más aún teniendo en cuenta a quién ha situado enfrente al PSOE. El hecho de que Elena Valenciano haya sido la elegida ha restado presión sobre los 'populares'. «Lo que beneficia al PP es cuando ella habla», ha respondido el murciano cuando se le ha preguntado sobre si el silencio de Rajoy no beneficia a su rival en estas elecciones. Por ello, esta semana ya han comenzado a surgir otros nombres. Estos con mucho menos perfil político que el del ministro de Agricultura. El nombre del vicesecretario general Esteban González Pons ha corrido como la pólvora esta semana por los pasillos del Congreso. Y el hecho de que este jueves haya surgido también el de Méndez de Vigo puede que no se trate de una casualidad. Es posible que Cañete ya no sea tan necesario al frente de la delegación española de 'populares'. El hecho de que Pons o Méndez de Vigo encabecen esta lista acabaría de golpe y porrazo con algunos de los problemas de Rajoy anteriormente relatados. «El PP tiene banquillo para esto y para todo», ha llegado a advertir el presidente murciano.
No obstante, lo único cierto hasta la fecha es que el «dedo divino» de Rajoy sigue girando. Y que no parará previsiblemente hasta después del Congreso del Partido Popular Europeo previsto para los días 6 y 7 de marzo en Dublín.