«Los pelos como escarpias». Ésta ha sido la respuesta de un portavoz autorizado del Gobierno de Mariano Rajoy ante la posibilidad de que en Navarra se adelanten elecciones. El Ejecutivo 'popular' reconoce estar «muy preocupado» con esta situación y asegura que el presidente del Gobierno mantine conversaciones «constantes» con el Ejecutivo de Yolanda Barcina. Y más aún teniendo en cuenta las conclusiones de la comisión que ha investigado en el Parlamento de Navarra las supuestas injerencias en la Hacienda Foral y tratos de favor a determinados contribuyentes. Según PSN, Bildu, Aralar, I-E y Geroa Bai ha habido «corrupción» y por ello han decidido «reprobar» la actuación de la presidenta y de su consejera de Economía, Lourdes Goicoechea, pidiendo su dimisión y la convocatoria de elecciones adelantas para el próximo 25 de mayo.
Unas conclusiones que han sido totalmente despreciadas e ignoradas por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha optado por invocar el derecho a la presunción de inocencia del actual Ejecutivo navarro. La 'número dos' de Rajoy en el Gobierno no se ha atrevido a afirmar que en Navarra «no ha habido corrupción» -tal y como sí sentenció el presidente durante el Debate sobre el Estado de la Nación- y ha preferido emplear una fórmula mucho menos controvertida. «Es a los tribunales a los que les corresponde investigar estos hechos. Y mientras no lo diga un tribunal todos tenemos derecho a la presunción de inocencia«, ha zanjado la vicepresidenta, no sin antes lanzar un mensaje claro al PSOE: «hay líneas que no deben traspasarse».
Un mensaje que va directo a la yugular de los socialistas después de que estos hayan aprobado junto a la izquierda abertzale pedir la dimisión de Barcina. En el documento de las conclusiones no se menciona la posibilidad de plantear una moción de censura, pero esa opción aún está en el aire. El problema se encuentra ahora en el seno del partido socialista, donde PSN -con Roberto Jiménez al frente- y la dirección nacional -con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente- no se acaban de poner de acuerdo. Los socialistas navarros están decididos a llegar hasta el final, y eso significa echar a Barcina del Gobierno autonómico aunque para ello tengan que contar con los votos de Bildu. No obstante, el PSOE nacional aún tiene muchas dudas al respecto. «El PSOE no va a pactar con Bildu, pero tampoco va a dejar de hacer política por Bildu», este es el mensaje más coreado por los diputados socialistas en los pasillos del Congreso de los Diputados durante toda la semana. Aunque lo cierto es que desde la dirección nacional existe auténtico pavor a que esta operación sea interpretada a nivel nacional como un pacto con los terroristas. Y más aún teniendo en cuenta los dos años electorales que aún quedan por delante.
En este sentido, el Gobierno de Mariano Rajoy lo tiene claro: defensa a ultranza de la estabilidad. Esta misma semana, durante el debate sobre el Estado de la Nación, el portavoz de UPN en el Congreso, Carlos Salvador, le reclamó ayuda al presidente frente a lo que él considera una estrategia de Bildu para dividir España a través de Navarra. Y este es el mismo mensaje alarmista del que se ha valido la vicepresidenta para advertir a los socialistas sobre esta operación estratégica. «Es importante que en estos casos tengamos muy en cuenta lo que defiende cada uno y pensemos lo que vamos a pactar», ha concluido Santamaría.
Una imporante advertencia a la que también se ha sumado la presidenta navarra, que ya ha anunciado en rueda de prensa que no piensa dimitir y mucho menos aún convocar elecciones anticipadas «porque no está dispuesta a seguir la hoja de ruta de Bildu». «Todos los técnicos han dicho que no hay corrupción, ni ilegalidad ninguna», se ha defendido la presidenta navarra, quien además ha asegurado que el líder del PSN les ha asegurado que está dispuesto a pasar era línea roja que es llegar a acuerdos con Bildu».
El PP rechaza las conclusiones de la comisión
La unión entre el Partido Popular y UPN es evidente. Lo es en el Parlamento Nacional, donde casi siempre van de la mano, y también en el autonómico. Tanto es así, que este viernes, los 'populares' navarros han rechazado de plano el dictamen de la comisión de investigación, que ahora será remitido a la Mesa del Parlamento para su debate en el pleno y que deberá ser ratificado. Un documento en el que se afirma que Goicoechea incurrió en «injerencias e intromisiones» para obtener datos fiscales y dar así «trato de favor» a algunos contribuyentes, y de cuyos hechos era conocedora la presidenta navarra.
La comisión entiende además que ni Barcina ni la Consejera de Economía actuaron en defensa del interés general sino del «político y partidista». Por esta razón, los 26 diputados que han votado a favor de este dicatamen reclaman a ambas la «asunción de responsabilidades políticas» y acuerdan la remisión a la Fiscalía de las conclusiones por si éstas derivan en «responsabilidades penales». Los 'populares', por su parte, afirman que ellos no «aprecian» motivos para exigir responsabilidades, aunque sí cuestionan el «rigor y control» de la gestión presupuestaria hecha por el Gobierno de Navarra. No obstante, y en cualquiera de los casos, un escenario en el que el PSOE gobierne con Bildu no lo aceptan bajo ningún concepto. Ese es el argumento de fuerza mayor.
División en el PSOE
Aunque el verdadero papelón de esta historia lo tienen los socialistas. Aún no han tomado una decisión firme, pero todo parece indicar que las opciones, mucho más allá de una moción de censura, son prácticamente inexistentes. Está previsto que la Ejecutiva del PSN se reúna este sábado para tratar esta cuestión, aunque no será hasta el Comité Regional que se celebrará en los próximos días cuando la delegación regional adopte una decisión.
Por el momento, el portavoz socialista en Navarra aún no ha querido hablar frente a las cámaras y los micrófonos de moción de censura, aunque sí se ha mostrado muy convencido de que el próximo 25 de mayo -el mismo día que las elecciones europeas- Navarra acudirá a las urnas. Ahora queda por ver si la dirección nacional apoya esta solución, y si no es así, si los socialistas navarros tienen la autonomía necesaria para adoptar esta decisión.