«Esta es la mesa del Gobierno, y como tal no voy a contestar a nada que no tenga que ver con él». Esta ha sido la respuesta que semana tras semana daba la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando los periodistas le preguntaban por cuestiones tan controvertidas como el 'caso Bárcenas', los múltiples escándalos de corrupción que rodeaban a su partido o las investigaciones que estaban en trámite en los tribunales y aludían a la financiación ilegal de su formación. Entonces, Santamaría no tenía ningún inconveniente en eludir estas cuestiones y aludir a su condición de miembro de Gobierno para separar los «asuntos gubernamentales» de los «asuntos de partido».
Hoy, más de un año después de que uno de los mayores escándalos de corrupción política de nuestra historia democrática le estallara en plena legislatura a Mariano Rajoy, la portavoz gubernamental ya se ha olvidado del famoso «esta es la mesa de Gobierno» y este viernes ha decidido que ya era el momento de empezar a defender desde ella -hasta la fecha vetada para ciertos asuntos- los intereses de su propia formación política. Claro que el momento elegido no es casual, sino todo lo contrario. Coincide con la precampaña de las próximas elecciones europeas y la reciente presentación de la candidatura oficial del Partido Popular.
El objetivo de hoy era hacer precampaña electoral y preparar el terreno de cara a este sábado
Santamaría, en alusión a lo evidente que estaba siendo la utilización electoralista de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha arremetido contra los periodistas y erigiéndose como abanderada de la libertad de expresión ha recordado que eran ellos los que estaban preguntando al ministro Cañete. Una argumentación en la que hasta el momento no había reparado cuando de otras cuestiones menos amables se ha tratado.
Este viernes era un día especial, el ministro de Agricultura se ha despedido y lo ha hecho por la puerta grande. El Gobierno de Rajoy le ha cedido la rueda de prensa en la que habitualmente se tratan asuntos de Estado para comenzar a hacer su propia campaña. Ninguno de los asuntos que ha presentado en esta ocasión se podría considerar trascendentales para el devenir de nuestro país -acuerdo sobre pesca marítima y el Plan Nacional hidrológico del Tajo-, probablemente eran cuestiones que se podían haber dejado para después de Semana Santa, pero si algo ha dejado claro este viernes el Gobierno del PP es que ya no se puede permitir el lujo de perder más tiempo. La candidatura 'popular' se ha hecho de rogar. Ha sido la última en presentarse. Y en todo momento se ha intentado mostrar tranquilidad al respecto. «Hay tiempo suficiente», ha sido la frase más coreada por el partido y el Ejecutivo. Pero el momento de las prisas ya ha llegado. Queda poco más de un mes para la celebración de las próximas elecciones europeas y cualquier momento es bueno para exhibir sus ideas.
Incluso la mesa 'sagrada' del Gobierno. Miguel Arias Cañete ha estado meses -en concreto los mismos en los que su nombre sonaba con fuerza en las quinielas- sin ganas de hacer ninguna alusión a este respecto, pero este viernes ha recuperado el tiempo perdido. Primero en una entrevista concedida a la Cadena Cope, donde ha negado que el retraso en el anuncio tuviera que ver con falta de entusiasmo. Y después en La Moncloa, donde ha dividido el alegato en dos partes. Una primera, durante la presentación del Plan Hidrológico del Tajo, donde ha aprovechado descaradamente para poner en valor en numerosas ocasiones la incompetencia de los socialistas. Y una segunda, durante el turno de preguntas, donde todas las miradas se han posado sobre él. La respuesta podía haber sido la misma que siempre se ha empleado en otras ocasiones para esquivar temas de partido, claro que este viernes no interesaba. El objetivo de hoy era hacer precampaña electoral y preparar el terreno de cara a este sábado y al acto que el PP ha organizado en Toledo con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el presidente Rajoy para la puesta de largo de la candidatura oficial.
El primer mitin de Cañete
Así pues, el ya proclamado candidato del PP a las elecciones europeas se ha mostrado seguro sobre los asuntos que quiere poner sobre la mesa y que quiere transmitir a los votantes, y ha dejado claro que le apasionan los asuntos comunitarios, a los que ha dedicado buena parte de su carrera política. «He hecho mucha mili en la garita de la Unión Europea», ha resumido.
«He hecho mucha mili en la garita de la Unión Europea»
Preguntado si habrá debates con Valenciano, el ministro se ha mostrado dispuesto a ellos y ha dicho incluso que el PP buscará fecha y lugar con el PSOE para ello, aunque ha insistido en su interés por discutir asuntos europeos. «No me preocupan absolutamente nada, me he pasado toda la vida siendo parlamentario debatiendo, comprenderán que no me cause ningún temor debatir con la señora Valenciano, pero me gustaría debatir sobre Europa«, ha insistido, para bromear con las dificultades que puede tener el moderador del cara a cara dada la gran cantidad de temas comunitarios en discusión. «No le envidio», ha zanjado.
El aún ministro de Agricultura también ha subrayado que su ambición ahora es «liderar la candidatura» y ganar las elecciones, porque «nunca» va más allá de la tarea que tiene entre manos. Quiere lograr el mejor resultado para que el PP europeo sea el grupo mayoritario y, a partir de ahí, aspirar «a cualquier cosa», incluida la presidencia del Parlamento. Su confianza en el resultado le ha llevado a decir que algunos compañeros de lista del PP que ocupan puestos más bajos «se van a llevar una sorpresa el día 25 de que son parlamentarios europeos». «Confío mucho en nuestra manera de hacer campaña, muy próxima al ciudadano, muy cercana y haciendo mucha pedagogía y procurando suscitar el entusiasmo en los votantes para que acudan a votar», ha concluido.
Su sustituto sigue siendo una incógnita
«Muchos ministros ya están haciendo campaña en Europa sin abandonar aún sus cargos»
Menos elocuente se ha mostrado, sin embargo, a la hora de hablar de su sustituto. Una de las pocas incógnitas importantes que aún le queda al Gobierno por despejar. Todos los rumores apuntan a su 'número dos', Isabel García Tejerina, pero Cañete aún no se ha querido pronunciar al respecto. El ministro de Agricultura se ha limitado a anunciar que él ya ha presentado este viernes, antes del Consejo de Ministros, una carta al presidente Rajoy para decirle que su puesto «queda a su entera disposición». Sobre la posibilidad de que el relevo no se produzca hasta después de Semana Santa tampoco se ha querido pronunciar.
Tras la rueda de prensa se este viernes, fuentes gubernamentales han señalado que no hay prisa aún por sustituir a Cañete. «Muchos ministros ya están haciendo campaña en Europa sin abandonar aún sus cargos», han advertido las mismas fuentes, que han asegurado que incluso hasta el 25 de mayo podría seguir formando parte del Gobierno.
Por el momento, lo único confirmado es que el ministro de Agricultura continuará con su agenda la próxima semana: el lunes viajará a Luxemburgo en su condición de titular de la cartera de Agricultura.