ETA realiza un llamamiento a la unión nacionalista para lograr, en este «momento histórico», «la soberanía, la unidad territorial y la euskaldunización». Además, insta a «formar una representación popular amplia para actuar como nación y con una sola voz ante el mundo», y critica al PNV por apostar por el derecho a decidir «y, al mismo tiempo, querer sostener ese marco que ha fracasado».
En su habitual comunicado con motivo del Aberri Eguna publicado en el diario 'Gara', ETA destaca que existen «opciones objetivas para avanzar hacia la soberanía», pero alerta «de la necesidad de dar nuevos pasos desconocidos para todos», y aboga por que el proceso sea liderado por una colaboración entre abertzales.
Tras criticar «el bloqueo de Madrid y París», a quienes observa «anclados en criterios de otros siglos al mantener la opresión a naciones como Euskal Herria», afirma que «no quieren la paz». «Tienen un pánico terrible a la palabra que expresaría Euskal Herria usando medios democráticos», asevera la banda armada.
A su juicio, las decisiones tomadas por la izquierda abertzale «en estos años «están fortaleciendo las condiciones para el cambio político y social», y considera que el contexto internacional también resulta propicio en la medida en que «se está confirmando que la opción de la independencia de los pueblos tiene presente y futuro».
No obstante, apunta que, para que el hecho de que se den «condiciones propicias» para la soberanía «no es suficiente» porque «el proceso de transición que hay que llevar a cabo en Euskal Herria nos obliga a todos a dar pasos desconocidos hasta ahora, así como a construir una defensa más firme ante los ataques que nos vienen de fuera».
Por ello, insta a «articular una iniciativa colectiva mayor y con más capacidad que la habida hasta ahora». «Las soluciones justas y dignas a los retos y problemas de la ciudadanía vasca vendrán de pasos conjuntos entre quienes toman en consideración la palabra y decisión de Euskal Herria, y no de estar mirando a los estados, ni de andar cada uno por su cuenta», asevera ETA.
También critica al PNV, ya que «no es comprensible ver en días señalados como el de hoy a sus dirigentes hablando a favor del derecho a decidir y, al mismo tiempo, querer sostener ese marco que ha fracasado, precisamente, junto a los que desprecian ese derecho».
En su opinión, éste es un «momento histórico» para el abertzalismo en su conjunto que tiene «la responsabilidad principal de dirigir el proceso» para «conseguir en los próximos años la soberanía político-económica, la unidad territorial y la euskaldunización».
Asimismo, cree que «Euskal Herria debería salir al marco internacional con todos los recursos posibles», por lo que «habría que formar una representación popular amplia, para actuar como nación y con una sola voz ante el mundo y para recibir el reconocimiento político que nos es necesario».
Cerrazón
Como ejemplos de la «cerrazón» de los estados español y francés, la banda terrorista cita, además de los ataques a los derechos laborales y sociales, los dirigidos «contra la identidad nacional y cultural». Tanto por parte del Estado francés «trabas a ikastolas, rechazo a la Colectividad Vasca…», como por el español: «leyes educativas, imposición de símbolos o medidas neoliberales como las que sustentó el reciente Global Forum Spain de Bilbo».
En este punto, critica «la lealtad de sectores económico-políticos» a esta «situación de colonización y dependencia», más aún cuando entre ellos aparecen «muchos que se tienen a sí mismos por abertzales».
Pese a ello, ETA entiende que ni los proyectos estatales ni «otras seudo-ofertas» han logrado superar «el ansia de libertad enraizado en nuestro pueblo» y considera que las decisiones tomadas por la izquierda abertzale en estos años «están fortaleciendo las condiciones para el cambio político y social».
A su juicio, el contexto internacional también resulta «propicio» en la medida en que «se está confirmando que la opción de la independencia de los pueblos tiene presente y futuro».
El texto concluye incidiendo en que en este «momento histórico» es al «abertzalismo» en su conjunto a quien corresponde «la responsabilidad principal de dirigir el proceso soberanista.
«Es sabido que en el pasado entre los abertzales han sido más frecuentes los puentes rotos que la colaboración en los objetivos básicos que compartimos. En opinión de ETA, hay que dar pasos significativos en la colaboración entre abertzales, desde el ámbito nacional a los pueblos, para conseguir en los próximos años la soberanía político-económica, la unidad territorial y la euskaldunización«, concluye la organización terrorista.