En una semana, dos visitas a Cataluña y ningún encuentro con ningún miembro destacado de la Generalitat. Éste es el balance de la discordia, que ha vuelto a enfrentar a los Gobiernos de Mariano Rajoy y Artur Mas. Ambos Ejecutivos llevan meses con la palabra «diálogo» en la boca, pero sin embargo, cuando de cuestiones controvertidas se trata lejos queda esa voluntad. Y el último ejemplo lo hemos vivido esta última semana, cuando la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, con motivo de la celebración del Día del Libro, y el presidente Mariano Rajoy, un día después para participar en la asamblea del Foro de Marcas Renombradas Españolas (FMRE), se han trasladado a Barcelona y en ninguna de sus agendas iba anotado un encuentro con Mas.
Desde la Generalitat, esta ausencia de información se interpretó como un desplante al presidente autonómico y su respuesta no tardó en llegar. Este jueves no hubo saludo entre el líder del Ejecutivo y Artur Mas, pese a coincidir en el mismo acto en Barcelona, puesto que el líder autonómico decidió no esperar a Rajoy y abandonó el evento antes de que el presidente llegase. «No es que lo vaya a esperar. Es que no está previsto ningún encuentro. El presidente Rajoy es el que viene aquí. No ha dicho nada», esta fue la respuesta del catalán -visiblemente molesto con el proceder de Moncloa- después de intervenir en el XV aniversario del FMRE.
Este viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz gubernamental ha tenido la oportunidad de responder y explicar esta actitud. Por otra parte, » normal» y «habitual» cuando de viajes del Gobierno a otras comunidades autónomas se trata, ha matizado la 'número dos' de Rajoy. Según Santamaría, el Gobierno no tiene ninguna «obligación» de avisar al Gobierno autonómico de turno de su visita, sino a la Delegación de Gobierno. «Esa es la fórmula de actuar», ha rematado la vicepresidenta, que no ha desaprovechado la oportunidad de recordar a la Generalitat que tanto ella como Rajoy representan al «Gobierno de España, y por tanto de todos los ciudadanos».
La única «obligación» del Ejecutivo central, ha recordado la vicepresidenta, «es preocuparse en cualquier lugar de España por las necesidades de todos los ciudadanos». Según la portavoz gubernamental, el Gobierno viaja con «carácter habitual» a otras comunidades autónomas y sus agendas «unas veces coinciden y otras no» con los representantes públicos de esas regiones. En este sentido, Santamaría ha puesto en valor su visita de esta semana a Barcelona y ha explicado su encuentro con los Editores de Cataluña, donde ha vuelto a insistir en la intención del Gobierno de estudiar una bajada del IVA cultural. «La obligación de este Gobierno es encargarse de las necesidades de los ciudadanos» y las de los catalanes van más allá del desafío soberanista que plantea Artur Mas, ha reiterado la vicepresidenta.
«No se trata de ganar o de perder»
Además, Sáenz de Santamaría ha aprovechado esta intervención para responder al presidente de la Generalitat que en el proceso que ha emprendido hacia una consulta soberanista «no se trata de ganar o perder», sino de cumplir la ley y le ha recomendado que recuerde tanto el pronunciamiento del Tribunal Constitucional como el del Congreso contrarios a un referéndum.
Así ha sido como Santamaría ha dado respuesta a la afirmación que este jueves hizo Artur Mas sobre que el proceso no debe de tener «vencedores ni vencidos». «La ley es muy clara y la que no puede perder es la ley», ha insistido la vicepresidenta, reiterando que no cabe que Cataluña decida su independencia porque es un asunto de soberanía nacional, que compete a todo el país, y que no es posible por tanto dialogar sobre un asunto ilegal.«Sería bueno que lo tuviera presente», ha zanjado la vicepresidenta.