Una mujer de unos 50 años ha agredido este domingo al líder del PSC, Pere Navarro, a quien ha propinado un puñetazo en la cara al grito de 'hijo de puta' a las puertas de la catedral de Terrassa (Barcelona).
Según han confirmado fuentes socialistas, Navarro había acudido a la iglesia de Terrassa, localidad de la que fue alcalde, para participar en una comunión familiar, y por ser un acto privado no llevaba escolta.
Tras la agresión, el líder socialista ha mantenido una breve conversación telefónica con el conseller de Interior, Ramon Espadaler, a quien ha llamado para informar de lo sucedido.
Pere Navarro estudia la posibilidad de denunciar esta agresión.
Rechazo generalizado
Diferentes dirigentes de partidos catalanes han rechazado esta agresión. Tras conocerse el incidente, ERC de Terrassa ha emitido un comunicado expresando su rechazo a la agresión y señalando que «en una sociedad democrática, estos actos no tienen cabida».
En ese sentido, el diputado de ERC en el Parlament Pere Aragonés ha subrayado su «máximo rechazo» también en su perfil de Twitter.
A través del mismo canal, el candidato de CiU a las elecciones europeas Francesc Gambús ha añadido que «todas las discrepancias son legítimas defendidas desde la palabra; ninguna agresión tiene justificación».
El exdiputado de C's Jordi Cañas ha apuntado en su Twitter que la agresión sufrida este domingo en Terrassa por el líder del PSC, Pere Navarro, demuestra que «la siembra del odio empieza a recoger sus venenosos frutos».