La mini crisis de Gobierno a la que se ha enfrentado el presidente Mariano Rajoy en las últimas horas ha sacado a relucir un nombre clave en el Partido Popular: el de Javier Arenas. «¿Qué hay de lo suyo?», ésta es una de las preguntas que con más fuerza ha resonado en los pasillos del cuartel general de los 'populares'. Muchos compañeros de partido ya le hacían dirigiendo el Departamento de Agricultura. Pero nada más lejos de la realidad. El vicesecretario general para asuntos territoriales «no quiere» una cartera ministerial, sino que su objetivo cuando volvió a Madrid siempre fue ocupar un puesto clave en la dirección del partido, aseguran a ESTRELLA DIGITAL fuentes 'populares'.
Lo cierto es que el nombramiento de Isabel García Tejerina como nueva ministra de Agricultura no ha supuesto ninguna sorpresa para nadie. Era la candidata perfecta: la favorita de Miguel Arias Cañete y la mejor opción de Rajoy para continuar con su política de los cero cambios en el Gobierno. Tal y como ya advirtió el presidente públicamente, su intención es acabar la legislatura con el mismo equipo con el que la empezó. O lo que es lo mismo, entre sus planes no se encuentra realizar ninguna crisis de Gobierno mayor a la que acaba de concluir. Un cambio mínimo y obligado por las circunstancias: manda a su ministro de Agricultura de cabeza de lista a Europa y deja a la que fuera la 'número dos' de Cañete de ministra.
Un anuncio tardío, que hizo pensar a muchos dentro del PP que se debía a la conocida oposición de Rajoy a hacer grandes cambios. Finalmente, y obligado por el complicado horizonte electoral que las encuestas dibujan para PP y PSOE, el presidente del PP se decantó por Cañete para liderar la candidatura 'popular'. ¿Consecuencia? había que cambiar el Gobierno. Desde el principio, el nombre de García Tejerina fue uno de los que con más fuerza sonó para ocupar este puesto. Aunque la tardanza en anunciar este relevo, de nuevo abrió la caja de la especulación. Muchos 'populares' consideraban que era porque entre los planes de Rajoy podía estar dar la sorpresa con hacer un anuncio más mediático.
Y fue en ese momento cuando el nombre de Javier Arenas comenzó a sonar con fuerza en los mentideros del Partido Popular. Un anuncio que habría supuesto un cambio mucho más relevante a nivel político; y además habría precipitado una crisis de partido también. Dos importantes cambios para los que el presidente Rajoy aún no está preparado. La intención de Rajoy es esperar. Una realidad a la que además se une la negativa de Arenas. Según aseguran a ESTRELLA DIGITAL fuentes 'populares', Javier Arenas no es ministro porque él no quiere.
Arenas, en busca de la «coordinación general»
Rajoy sabe quiénes son sus «amigos» y aquel complicado Congreso Nacional de 2008 en Valencia fue la prueba de fuego. Quienes le apoyaron encontraron su recompensa; y Arenas no iba a ser menos, reconocen en el PP. «Si él quisiera ser ministro lo sería. Rajoy se lo debe», insisten las fuentes consultadas. Pero lo cierto es que los planes del vicesecretario nacional de los 'populares' son otros. «Él quiere dirigir el partido siendo coordinador general», aseguran las fuentes consultadas.
Arenas ya ha ocupado puestos de relevancia en el Gobierno -fue ministro de Trabajo, de Administraciones Públicas, vicepresidente segundo y ministro de Presidencia con José María Aznar -, así que sus grandes planes ahora están en Génova. Volver a ostentar el poder que un día tuvo en la sede nacional, cuando era secretario general. Aunque María Dolores de Cospedal se ha erigido como un gran muro entre él y sus pretensiones. Ella y su supuesta implicación en el 'caso Bárcenas'. Su nombre aparece en los supuestos apuntes contables del extesorero del PP, Luis Bárcenas, como uno de los beneficiarios y por lo tanto conocedor de la existencia de dinero negro en la sede del PP. Desde dentro, algunos compañeros interpretaron esta implicación como un lastre en la carrera política del andaluz. No obstante, quienes conocen a Arenas y Rajoy saben que su amistad está por encima de eso.
El «problema», identifican en el PP, es Cospedal. La figura de «coordinador general» ya se propuso en el pasado Congreso Nacional de Sevilla, pero no prosperó. Muchos 'populares', entre ellos Arenas -al que no le atraía nada la idea de que Cospedal reuniera todo el poder en Génova tras el traslado de Rajoy a La Moncloa-, y aprovechando que además fue elegida presidenta de Castilla-La Mancha, empezaron a promover la idea de sumar una nueva figura en el organigrama 'popular' que permitiera controlar el partido y descargar de trabajo a la secretaria general que también debía encargarse de la presidencia de una comunidad autónoma. Pero aquella idea no coló. Cospedal se opuso rotundamente -temerosa de que aquello significara una merma de su poder- y advirtió a Rajoy de que ella sólo continuaría al frente de la Secretaría General si eso significaba reunir todo el poder. El presidente de la formación también debe mucho a su actual 'número dos' y aceptó sus condiciones. En Sevilla le dio todo el poder del partido.
Claro que entonces Arenas aún pensaba en clave regional. Por entonces, sus pensamientos sólo estaban en apartar al PSOE de la presidencia de Andalucía. Aunque el varapalo vivido en las últimas elecciones autonómicas -las cuales ganó, pero un pacto entre PSOE e IU se las arrebató- le hicieron volver a la realidad. En ese momento, Arenas -que ya fue designado vicesecretario para asuntos territoriales- pidió a Rajoy volver a Génova e iniciar una nueva etapa. ¿Su objetivo? retomar el debate que ya se abrió en Sevilla sobre la necesidad de una «coordinación general». Cuenta con que la imagen cada vez más quemada de Cospedal le ayude, pero Rajoy aún no parece dispuesto a dar ningún paso en esa dirección.
Tras las elecciones europeas, todo se verá. Aún se espera otro cambio importante: todos los rumores apuntan a que Luis de Guindos también se irá a Europa. En concreto, a presidir el Eurogrupo. Y en ese momento volverán a surgir las incógnitas que no se han resuelto en esta ocasión. ¿Se atreverá Rajoy a acometer cambios más profundos teniendo en cuenta el acusado desgaste de algunos de sus ministros? ¿Será en ese momento cuando incluirá a su aliado Javier Arenas en el Gobierno?¿Aceptará éste el reto teniendo en cuenta las múltiples posibilidades que existen de que la balanza de poder en Génova no cambien? Si no es así, ¿cuál es el futuro del andaluz en la formación? Por el momento, en Génova se encogen de hombros ante todas ellas.