El diputado de CiU en el Parlament Oriol Pujol ha negado recibir sobornos por favorecer a la trama de las ITV en la tramitación de la ley de seguridad industrial en 2008 y ha indicado que empieza a pensar que las dilaciones en el caso y como está evolucionando «no es casual».
En declaraciones a los medios tras acabar su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que se ha alargado una hora y media y en la que ha contestado al juez, el fiscal y su abogado, Pujol ha indicado que cree que no es casual cómo se están gestionando algunas informaciones por parte de la policía judicial, aunque no ha querido concretar por qué sostiene esta tesis.
Asegura que las acusaciones que pesan sobre él no se sustentan y ha insistido: «Ni yo ni nadie de Convergència ha pedido dinero para determinar el voto ni ninguna enmienda para alguna empresa en concreto», en referencia a un correo electrónico interceptado entre dos empresarios del sector en el que se decía que el partido les pedía 30.000 euros por votar a favor de las enmiendas que les favorecían.
«No he pedido ni directa ni indirectamente ningún importe para beneficiar a ninguna empresa en ningún trámite parlamentario, ni en la Ley de Seguridad Industrial ni ninguna otra», ni tampoco para cambiar o influir en ninguna votación del grupo parlamentario de CiU.
Respecto al alargamiento del caso, ha sido contundente: «No me favorece, es obvio y evidente, y empiezo a pensar que no es casual y pido a la justicia máxima celeridad», ya que ha apuntado que le perjudica la manera en que la policía judicial administra la información que tiene del caso de hace dos años, que ha aparecido más recientemente y que ha supuesto su imputación por soborno.
Ha indicado que es su segunda declaración ante el juez, lo que no le produce «ninguna alegría porque constata que el proceso se alarga», contrariamente a lo que él esperaba: que se hiciera el trámite lo más rápido posible.
Por eso, ha pedido a la Justicia «que el alargamiento no sea impedimento para que las cosas fluyan normalmente sin tantos indicios que a mi entender no son casuales», aunque no ha querido dar más detalles.
Negociaciones
Ha insistido en que con todas las leyes se producen negociaciones, esto no es exclusivo de la de seguridad industrial, y ha recordado que CiU en 2008 no gobernaba –lo hacía el tripartito–, aunque ha reconocido que tenía un «peso cualitativo» en el Parlament como grupo principal de la oposición.
En este sentido, ha asegurado que CiU no configura sus enmiendas «por presión sino por el convencimiento propio», y según él, fue lo que sucedió también en este caso.
Oriol Pujol ha insistido en que en la causa «no hay ni un solo correo» de él, si no que siempre son terceras personas que lo mencionan y, a preguntas de los periodistas, ha asegurado que desconoce por qué utilizaron su nombre y ha dicho que a muchos ni los conoce, como ha dicho que es el caso de Puignou, con quien ha asegurado que tampoco se ha reunido nunca.
Su mujer
Sobre la acusación sobre su mujer, Anna Vidal, que según el fiscal medió para el cobro, Oriol Pujol ha considerado que «se le señala de forma aleatoria», y ha recordado que ella trabajó mucho con el empresario Sergi Alsina, a través de quien presuntamente se canalizó el pago.
En este sentido, ha detallado que las tres facturas que Vidal cobra a Alsina se corresponden con trabajos que nada tienen que ver con el sector de las ITV si no con «empresas del sector logístico».