Unos 150 inmigrantes han logrado superar la valla fronteriza de Melilla después de un nuevo intento masivo de salto en el que han participado unas 400 personas. En esta ocasión se repartieron en dos grupos, en uno de ellos unas 200 personas se quedaron en el exiguo espacio que separa las dos alambradas que componen la frontera, mientras que otras 150 lograron llegar al Centro de Internamiento Temporal (CETI) al ya habitual grito de “Bosa, bosa” (Victoria, victoria).
La acción se produjo a las seis de la mañana, y un fuerte despliegue policial, compuesto tanto por guardias civiles como por miembros de la Policía Nacional, no pudo impedir que esas 150 personas consiguieran su objetivo.
Entre esas personas que lo lograron hay varios heridos, que han sido atendidos por miembros de la Cruz Roja. El resto se fue corriendo hasta las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, mientras lanzaban gritos de victoria.
Muchos de los que no lo han conseguido todavía están en la primera de las dos vallas, la que da a Marruecos, así como en el espacio comprendido entre las dos verjas, frente a las que hay un amplio dispositivo policial.
Según informaciones de éste, varios subsaharianos presentaron una fuerte resistencia a ser interceptados e incluso uno de ellos habría arrebatado la defensa a un guardia civil.
El último salto a la valla fronteriza de Melilla tuvo lugar el pasado 24 de abril, cuando una treintena de inmigrantes subsaharianos se encaramaron y una decena consiguieron acceder a la ciudad autónoma. Anteriormente, el 3 de abril, decenas de subsaharianos permanecieron encaramados al vallado de la ciudad fronteriza.