domingo, septiembre 22, 2024
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Aznar y PP se dicen que se quieren

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Después de la tormenta parece que ya llegó la calma. Finalmente, el presidente de honor, José María Aznar, podrá cumplir con todos sus compromisos internacionales, así como también participar en la precampaña del Partido Popular. Génova se lo ha permitido. Y esta vez sin plantones. El expresidente del Gobierno y algunos destacados miembros del partido y del Ejecutivo coincidirán este jueves en el último acto de precampaña. Aznar será el encargado de presentar al candidato del PP para las próximas elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, en un foro periodístico organizado por el diario ABC. Y lo hará ante la atenta mirada de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, su ‘número dos’, Carlos Floriano, y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallarón, que ya han confirmado su asistencia.

El resto de invitados aún se desconoce, pero no se descartan asistencias más relevantes. Las encuestas les sonríen y todo parece ir viento en popa. Así que por el momento, nadie quiere oír hablar de problemas internos. “Mucho ruido y poquitas nueces”. Así fue como describió el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, este martes los últimos episodios protagonizados entre el partido que él dirige y su presidente de honor, José María Aznar. De nuevo, la culpa es de los medios de comunicación, que sobredimensionaron este conflicto. “No hay los problemas que algunos quieren ver”, insistió Rajoy en la Cadena Ser, que admitió haber hablado con el dirigente de FAES dos veces en las últimas semanas. Una, durante los actos funerales de Adolfo Suárez. Y otra, con motivo del fallecimiento de su hermano. Lo que se olvidó el presidente de recordar es que las últimas escenas vividas no han sido fruto de la imaginación de los periodistas, sino que todas ellas se produjeron frente a los micrófonos y las cámaras.

«Yo voy donde me invitan, donde no, no puedo estar», decía Aznar el pasado 28 de abril a las puertas del Foro ABC al que acudió para acompañar a su esposa, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Hasta el momento, lo único que existían eran rumores, y el expresidente eligió ese día para confirmarlos: “No he recibido ninguna noticia del PP”, se lamentaba Aznar. El expresidente reconocía públicamente que la formación a la que pertenecía desde hacía más de dos décadas le había excluido de participar en la próxima campaña electoral. Una línea roja que nunca antes la cúpula ‘popular’ se había atrevido a cruzar. El dirigente de FAES, con mayor o menor intensidad, había participado en todos los comicios desde que en 2004 abandonara la presidencia del Partido Popular.

Dos 'annus horribilis'

Sin embargo, los últimos dos años de Gobierno ‘popular’ han acabado de complicar la relación entre Mariano Rajoy y su antecesor, que ya llevaba años tocada. Más de veinticuatro meses de continuadas subidas de impuestos, inmovilismo ante el desafío soberanista de Artur Mas, complicadas decisiones respecto a ETA y que además se han visto agravados por el ‘caso Bárcenas’ y la gestión que el partido ha hecho del mismo.

El expresidente le declaró la guerra a la actual dirección del PP después de sentirse abandonado tras las graves acusaciones que el extesorero vertió sobre su persona; y desde entonces no ha cejado en su empeño. La entrevista concedida a Antena 3 para limpiar su imagen y en la que aprovechó para echarse el farol y presentarse como alternativa si los militantes del partido así se lo pedían para recuperar de nuevo el rumbo de la formación supuso el detonante. A partir de ahí, las relaciones irían de mal en peor. Plantón tras plantón. Nadie del partido ni del Gobierno acudiría a la presentación de las segunda parte de sus memorias. “Tomo nota”, advirtió el expresidente. Y dicho y hecho. Las relaciones nunca habían sido tan tensas hasta los últimos meses. Tanto, que Aznar decidió no acudir a la última Convención Nacional que celebró el partido en Valladolid, la cita más importante del año.

Aznar no estaba en el calendario del PP

Pero todo se recrudeció en las últimas semanas. Cuando el partido comenzó a confeccionar la campaña electoral para las europeas y se dejó fuera de los invitados al presidente de honor de la formación. Según relatan fuentes cercanas a FAES, el expresidente esperó hasta el último momento para cerrar la agenda de este mes, pero ante la ausencia de invitación por parte del PP cerró toda su agenda personal. El expresidente reconoció públicamente estar dolido por esta actuación y por no poder compartir ningún acto con “su amigo” Cañete. Y en ese momento fue cuando se desataron las alarmas en Génova.

Decepcionar a Aznar podría ser similar a decepcionar a una buena parte de su electorado más conservador, así que el PP decidió dar marcha atrás, tragarse su orgullo y hacer todo lo posible porque el expresidente no se quedara fuera. En un principio, FAES dijo que ya era demasiado tarde. El director de la campaña ‘popular’, Carlos Floriano, y el secretario general de FAES, Javier Zarzalejos, habían intentado cerrar una fecha. Pero no sería hasta una conversación privada entre el candidato ‘popular’ y el expresidente Aznar cuando las aguas volverían a su cauce.

Al expresidente siempre le ha gustado hacerse de rogar. Y en esta ocasión no iba a ser menos. Dos días en boca de todo el mundo; pero al final será el encargado de presentar a Cañete este jueves en el Foro ABC, el mismo en el que se desató toda la tormenta. “Un acto importante y emblemático dentro de la campaña electoral», zanjó este martes Rajoy, en cuya agenda oficial aún no aparece reflejado que vaya a asistir.

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