lunes, noviembre 25, 2024
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El crimen que aspiró a ser perfecto

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Dos años de premeditación avivada por la inquina. Planos, imágenes de Isabel Carrasco, recortes de prensa, una pistola del calibre 7,65, hachís y marihuana. El ático de la joven Montserrat Triana se convirtió en el laboratorio donde se coció el rencor durante más de 730 días. Muchas horas de preparación para un crimen que para ser perfecto debía culminar en cuatro disparos, pero acabó con un testigo.

Un policía jubilado lo vio todo. Madre e hija estaban en la pasarela que Isabel Carrasco cruzaba para ir desde su casa a la sede del PP de León, según su versión. Montserrat González, de 55 años, llevaba la cara tapada con un pañuelo y la cabeza con una gorra. Según fuentes de la investigación presentada ante el juez, asestó cuatro disparos a su víctima. Los cuatro impactaron. Dos en la espalda, uno en el cuello rozando la nuca una vez desplomada en el suelo, y el tiro de gracia, en la cabeza, según ha podido saber en exclusiva ESTRELLA DIGITAL.

Madre e hija debían reunirse en la casa de la policía Raque Gago para recuperar la pistola

Madre e hija recorrieron la pasarela del Paseo de La Condesa para separarse al final. Los pasos estaban medidos. Montserrat González entregó el arma a Montserrat Triana Martínez, y ésta, a su vez, se la pasó a la policía local Raquel Gago Rodríguez, de 41 años y también detenida. La joven de 35 años volvería a reencontrarse minutos después con su madre para después, según sus planes, acudir a la casa de la agente a recoger la pistola. No pudieron completar los tres pasos de la yincana. El testigo puso en alerta a la Policía que detuvo primero a la autora confesa de los disparos, para a penas siete minutos después, arrestar a su hija que acudía a su encuentro.

La premeditación del crimen se revela hasta en arma elegida. Un revolver del calibre 22 que no deja casquillos. Según fuentes judiciales, la pistola de la marca Taurus –conocida como arma de señorita- tiene borrado el número de serie y podría haber sido comprado en el mercado negro. El diario ABC asegura que a un delincuente.

Por el momento se desconoce si Montserrat Triana Martínez y la agente Raquel Gago vivían juntas. Aunque fuentes cercanas a la investigación aseguran que mantenían una relación “más allá de la amistad”.

Raquel Gago ha sido la tercera y última detenida implicada en el caso. La agente de la policía local esperó más de 30 horas para acudir a la comisaría y entregar el arma del crimen. Según ésta, la hija de la asesina confesa la dejó en el maletero de su coche, metida en un bolso bandolera, y no se dio cuenta hasta la noche del martes. La agente deberá declarar en las próximas horas ante el juez en calidad de imputada.

Un ejemplar de Interviú abierto y la sentencia de la Diputación

Limpia, ordenada, pero reveladora. El registro a la casa de Montserrat Triana Martínez da veracidad a la declaración de su madre: planeó el crimen hasta en cinco ocasiones. Los agentes encontraron una suma de detalles que evidencian una “obsesión” con la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. En la casa había un ejemplar de la revista Interviú del año 2009 abierto por el reportaje que denunciaba el ‘caso kilometraje’. Al lado de la revista, la sentencia que obligaba a la joven a devolver los 60.000 euros indebidamente percibidos por la Diputación. Varios planos e imágenes de la víctima muestran que las detenidas hicieron un seguimiento a su víctima, pero no actuaron porque iba acompañada. Isabel Carrasco decidió este lunes volver a su casa para cambiarse de ropa antes de asistir al mitin que daba Mariano Rajoy en Valladolid. Fue sola. No pudo cruzar los 170 metros que separaban la pasarela del Paseo de la Condesa de la sede del PP.

Los agentes también incautaron una bolsa de marihuana y hachís. Por las cantidades, interpretan que no es sólo para consumir.

Su padre le insistía en que no opositara más en León

Montserrat González la “odiaba” por el “maltrato” al que la Diputación y ella habían sometido a su hija. Despedida en mayo de 2011 tras cuatro años como interina, Montserrat Triana Martínez no aprobó las oposiciones para poder continuar en la administración y otra persona cubrió su plaza. Su padre, Jefe de la comisaría de Astorga, le insistía en que no opositara más en León. Pero lo de la joven era cabezonería y orgullo.

Los consejos de su padre no frenaron la obsesión que tenía contra la que un día había tratado de amiga. Quería volver a la Diputación de León y ahora es él el que se marcha de allí. Pablo Antonio Martínez ha dejado su cargo y ha pedido un cambio de destino fuera de esa ciudad. El inspector jefe tampoco se libra del morbo. Según fuentes del PP al periódico Leonoticias.com, mantenía una “demasiado estrecha relación” con Isabel Carrasco. 

Una madeja sentimental que deshilaron tres mujeres, dos pistolas y una obsesión. Aspiraba a ser el crimen perfecto, pero todos dejan de serlo en cuanto se descubren.

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