domingo, noviembre 24, 2024
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Los acusados niegan actos violentos y aseguran haber sido «víctimas»

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Once de los 12 acusados por altercados en la manifestación de Galicia Bilingüe de febrero de 2009 han negado su participación en actos violentos en la primera jornada del juicio, en el que la Fiscalía pide para ellos penas de cárcel que suman 45 años y más de 30.000 euros por daños patrimoniales.

Santiago M.R., uno de los procesados –a los que se imputan diversos delitos como el de alteración del orden público y atentado contra la autoridad–, declarado en rebeldía, no ha acudido a la primera sesión del proceso, en el Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago.

En diferentes términos, en sus respuestas al fiscal o a los abogados de la defensa, los 11 jóvenes han explicado que aquel día acudieron a las inmediaciones de la Alameda compostelana para secundar una concentración convocada por diferentes entidades en defensa del gallego, pero han negado que su intención fuese enfrentarse a los manifestantes de Galicia Bilingüe.

A las puertas de los Juzgados de Fontiñas se han concentrado unas 50 personas que han mostrado su «solidaridad» con los acusados y han coreado consignas como 'Defender a lingua non é delito'. Entre ellos, han estado presentes representantes de BNG, Galiza Nova y el sindicato CIG.

Ya a la salida, se han trasladado unos metros más abajo, frente a la salida por la que ha abandonado las dependencias judiciales en furgón policial uno de los acusados, Roberto R.F., alias 'Teto', condenado por terrorismo, que se encuentra estos días desplazado a la prisión de Teixeiro para asistir al juicio.

El juicio se ha prolongado desde las 10,30 hasta las 12,45 horas y se retomará el jueves con pruebas testificales. Para el viernes está prevista la declaración de testigos como la presidenta de Galicia Bilingüe, Gloria Lago y es posible que sea necesaria una cuarta jornada, según la jueza, debido a la solicitud de nuevos testigos.

Agresión de un falangista

De acuerdo con el relato de varios de los procesados, el momento previo a las cargas policiales, que se produjeron inicialmente en el cruce de Porta Faxeira y más tarde se extendieron a otras zonas de la ciudad, fue la agresión a uno de los independentistas por parte de una persona que secundaba la marcha de Galicia Bilingüe, que han identificado como «un falangista». De hecho, se trata de un hombre condenado por un delito de faltas.

El agredido, Antonio F.G., ha expuesto que no sabía que ese 8 de febrero de 2009, periodo previo a la campaña de las elecciones autonómicas en que el PP gallego recuperó la Xunta tras el Gobierno de PSdeG y BNG, había una movilización de Galicia Bilingüe, y que acudió junto a su novia y dos amigas a un acto convocado «a favor del gallego». A la pregunta del fiscal Mario Piñeiro de si su idea era enfrentarse a ellos, en consecuencia, ha respondido que «de ninguna manera».

«Hubo un manifestante que me agredió con la permisividad de la policía», ha censurado. En concreto, ha indicado que él estaba siendo identificado por agentes cuando «un señor vino insultando a pegarme con los puños». «Me agarró y me zarandeó», ha precisado.

Otra de las acusadas, su compañera, Xiana R., ha subrayado que «nada más llegar pegaron a Antonio» y ha replicado al fiscal ante la cuestión de si arrojó botellas u otros objetos que «cómo» podía «estar haciendo todo eso» si estaba atendiendo a su novio, que «sangraba por la nariz».

Gritos de «paletos» y «deseos de muerte» 

 Por su parte, Aurélio L. ha asegurado que las personas que pretendían manifestarse en defensa del gallego recibieron «gritos de paletos y al mar como en Chile» por parte de «gente» que identificó como de Galicia Bilingüe.

En este punto, el fiscal, que ha remarcado que Galicia Bilingüe tenía convocada una marcha «legal», le ha interrogado sobre si coincide con el ideario de esta asociación, a lo que el acusado ha dicho que «ni de acuerdo ni en desacuerdo» antes de que uno de los abogados de la defensa protestase por el cariz «ideológico» de la pregunta del fiscal. «No estaríamos aquí si estuviésemos ante un tema político», ha zanjado la jueza María Elena Fernández Currás.

En otro punto, mientras realizaba preguntas a otro de los procesados, la jueza ha señalado que durante los hechos ocurridos hace cinco años se provocaron destrozos en marquesinas, contenedores y otro mobiliario urbano que están demostrados por la acusación, que ejerce el Ayuntamiento de Santiago –motivo por el que Galicia Bilingüe no se ha personado–.

«Empezaron las cargas y marché para casa», ha dicho Aurélio L., de igual manera que se han pronunciado la mayor parte de los acusados, que han negado conocerse entre sí y tampoco se han reconocido en fotografías que les ha mostrado la magistrado a instancia de la Fiscalía.

Además, ha afirmado que fue «víctima más bien de insultos y deseos de muerte», aspectos a los que no respondió ya que era «inviable» por el «cordón» policial.

En Vigo y huida sin DNI

En su turno, Roberto R.F., a diferencia del resto, ha negado encontrarse en Compostela aquel día. «Estaba en Vigo en mi casa con mi compañero de piso. Pasé la mañana en casa, dormí hasta tarde y antes de ir a comer iba a cambiar una bombilla. Me subí a un taburete y me caí y me hice una herida en el pie», ha explicado a las cuestiones del fiscal. En este sentido, ha asegurado que «tiene que haber un parte» de la clínica Povisa.

Mientras, Roberto C., que también fue identificado cuando los agentes «vieron que no estaba dentro de la otra» manifestación, asegura estar «esperando» a que le devolvieran el carné de identidad cuando «empezaron a cargar». «Me tiraron al suelo. Entonces sacaron las escopetas y las pelotas de goma y huí sin DNI», ha expuesto.

Así, ha rechazado haber participado en enfrentamientos. «Lo contrario. Me tiraron a mí», ha contrapuesto antes de afirmar que fue detenido en Ourense tres días después.

«Arrancados del coche»

De últimos han declarado Daniel Alexandre R.B. y Abraám A.P., militantes de Nós-UP, quienes, al contrario de los demás, únicamente han respondido a su abogado, Guillermo Presa Suárez –al resto los defiende el letrado Manuel Chao do Barro–.

El primero de ellos ha expuesto que «la historia fue bastante rápida», pues llegaron a la Alameda y comenzaron a escuchar «insultos de pueblerinos, hijos de puta y gallegos de mierda». «Después cargó la policía y corrimos mucho», ha señalado.

Aseguran haberse resguardado en una cafetería de la Praza de Galicia para esperar a que la situación «se calmase» antes de desplazarse hasta Vista Alegre a una comida «popular» organizada por la formación a la que pertenecen.

Ya antes de iniciar el viaje de regreso, afirman haber sido «arrancados de forma violenta del coche», propiedad de Abraham A.P. y que recogieron en las proximidades del Parlamento gallego.

Detenciones en Santa Clara

En primer lugar ha comparecido Bernardo M.B., quien ha calificado de «conato» la marcha en defensa del gallego y, en la línea del resto, ha asegurado haberse marchado cuando presenció «forcejeos de lejos entre gente y policía». «Encontramos otra cosa que no era la esperada», ha incidido.

Su detención se produjo en la zona de Santa Clara «una hora y media después» y, según ha apuntado, se disponía a volver su vehículo para dejar la ciudad después de tomar algo en un bar con una compañera. Ha alegado que por las calles circundantes se estaban produciendo persecuciones que le «cogieron en el medio».

En un lugar próximo fueron detenidos Narciso V.G. y Alejandro B.G., que en su explicación dijeron que se dirigían a la estación de autobuses para volver a A Coruña después de una noche de fiesta. «Bajamos a un sitio discreto para hacernos un canuto. Como estábamos fumando porros nos escondimos al ver pasar gente corriendo y policía», ha afirmado el primero.

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