Agentes de la Policía Nacional han detenido en San Fernando (Cádiz) a un hombre de 53 años por enviar mensajes pornográficos a cinco menores de edad. Los directores de los centros educativos en los que estudian las víctimas denunciaron los hechos a los agentes, quienes alertaron a los padres de las alumnas de que sus hijas podrían ser víctimas de un delito contra la libertad sexual.
El arrestado enviaba y solicitaba a sus víctimas, a través de un grupo de mensajería instantánea, vídeos y fotografías con contenido pornográfico y mensajes de texto obscenos. La Policía Nacional recuerda la importancia de educar a los niños y adolescentes impartiéndoles pautas seguras para navegar en la Red y evitar ser víctima de grooming y otros delitos.
La investigación comenzó el pasado mes de marzo, cuando los directores de dos centros educativos de Sevilla descubrieron que varias de sus alumnas habían recibido en sus teléfonos móviles, vídeos y fotografías con contenido obsceno, que al parecer les había enviado un joven. Tras denunciar la situación en una comisaría, los agentes se pusieron en contacto con los padres de las víctimas para alertarles de los hechos.
Con las primeras pesquisas averiguaron que el supuesto joven era en realidad un adulto de 53 años de edad, al que le constaban antecedentes por hechos similares, y que residía en la localidad gaditana de San Fernando. Tras el análisis de todos los dispositivos móviles, los agentes descubrieron que además de remitir material pornográfico a las menores, les pedía que le enviasen fotografías de tipo sexual y les realizaba preguntas personales y de contenido erótico. La operación ha finalizado con la detención del sospechoso como presunto responsable de un delito contra la libertad sexual. Además, los agentes se han incautado de tres
La Policía Nacional recuerda la importancia de educar a los niños y adolescentes y prevenirles en pautas seguras para navegar en la Red y evitar ser víctima de «grooming» y otros delitos. Entre esos consejos destaca el no proporcionar o compartir nunca imágenes privadas o comprometedoras a través de las redes sociales; desconfiar siempre de desconocidos, -en el mundo virtual no todo el mundo es quien dice ser-; mantener los equipos actualizados y protegidos para evitar el robo de archivos; no ceder nunca al chantaje del acosador y solicitar la ayuda de un adulto o de la Policía en caso de estar siendo víctima de acoso o intimidación en Internet.