La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, presentará denuncia en los juzgados por la agresión de que fue objeto este miércoles junto al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y pedirá responsabilidades por la «pasividad» de la que ha acusado a los Mossos d' Esquadra.
En declaraciones a la Cope, ha explicado que sintió «miedo» y que ya al entrar al acto hubo incidentes con insultos y gritos, pero que pudieron acceder gracias a la acción de los Mossos. Después, ha relatado, vino más gente por lo que pidieron más efectivos a la Conselleria de Interior.
A la salida del acto, ha criticado que los Mossos no evitaron el bloqueo de una de las calles ni retiraron los maceteros que los manifestantes habían dispuesto para impedir el paso del vehículo, por lo que tanto ella como el ministro estuvieron «diez minutos o un cuarto de hora» en el coche con «la violencia incrementándose» con botellas, piedras y patadas al vehículo.
Ha asegurado que el PP catalán ha sufrido esta campaña diversos incidentes, pero siempre el dispositivo de los Mossos había asegurado la seguridad, por lo que ha asegurado no entender la «inoperancia e incompetencia manifiesta» de la policía catalana en Vilanova y ha remarcado que fue el servicio de seguridad de Montoro quien facilitó la salida del coche y afiliados del partido quienes quitaron los maceteros.
La líder del PP catalán ha trasladado al consejero catalán de Interior, Ramon Espadaler, la «ineficacia» del dispositivo por el que pedirá explicaciones, y ha asegurado que sus sensaciones en el altercado de Vilanova fueron similares a las que padeció en el asedio del Parlament, pero que en aquella ocasión estuvo lejos y no parada y en ésta la sensación de miedo «iba incrementándose por momentos».