Covadonga espera con los brazos abiertos a la Infanta Leonor, futura Princesa de Asturias. Allí, frente a la virgen, fue donde su padre fue presentado oficialmente a la sociedad asturiana. Y Asturias espera que la instantánea se vuelva a repetir. Cangas de Onís, el concejo del Principado de Asturias, del que depende la parroquia de Covadonga, propondrá a la Zarzuela organizar un acto simbólico con la nueva Princesa de Asturias, pero aún no sabe si la Casa del Rey aceptará. Don Felipe y Doña Letizia, según señalan fuentes cercanas a la familia, todavía no ha decidido la forma en la que Leonor será presentada oficialmente, y si este acto tendrá o no lugar.
Lo cierto es que la hija del futuro Rey de España no deberá de ser proclamada ni investida como Princesa de Asturias, puesto que el título lo heredará automáticamente en el momento en que su padre sea proclamado por las Cortes Generales el nuevo Monarca Felipe VI, tal y como marca el artículo 61 de la Constitución. Sobre la Princesa, la Carta Magna lo único que establece es que cuando alcance la mayoría de edad, como heredera al trono de España, deberá de prestar ante las Cortes el juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas. El resto de actos serán totalmente simbólicos.
La tradición milenaria marca que la nueva heredera al trono de España debería de ser presentada oficialmente ante la sociedad asturiana, donde se le haría entrega de los tributos de su título. Y a esta tradición histórica se agarran los asturianos para convertirse de nuevo en escenario de un acto que de celebrarse también pasará a marcase con rojo en los libros de historia. Lo consiguieron con su padre y esperan lograrlo con Leonor.
De hecho, con Don Felipe se recuperó la tradición. En un viaje oficial que Don Juan Carlos y Doña Sofía realizaron a Asturias en mayo de 1976 como Reyes de España, y tal y como relatan las crónicas de la época, la Corporación Provincial trasladó a los Monarcas el deseo del Principado de que Don Felipe fuera presentado como Príncipe de Asturias en la región. Y así fue.
El 1 de noviembre de 1977, Asturias, de acuerdo a su tradición, homenajeó al heredero al trono a los 9 años de edad, la misma edad que está a punto de cumplir su hija. Un homenaje de carácter popular que se compuso de diversos actos simbólicos: una recepción en Covadonga de las autoridades y cabildo capitular a la Familia Real; una breve visita a La Santina, una misa oficiada por el arzobispo de Oviedo, monseñor Díaz Merchán, en la basílica; y por último una serie de actos de homenaje al infante Don Felipe como Príncipe de Asturias. El por entonces presidente de la Diputación Provincial de Asturias, Luis Sáenz de Santamaría, además del denominado “tributo de mantillas”, en 1977 de cien monedas de duro, en lugar de las mil doblas tradicionales, también entregó un pergamino y una venera –insignia- al Infante que le reconocían como Príncipe de Asturias.
En esta ocasión, 38 años después de aquella ceremonia, el Ayuntamiento de Cangas de Onís, regentado por el 'popular' José Manuel González Castro, ya ha comunicado su intención de solicitar a la Casa Real la celebración de un acto solemne en Covadonga, «cuna de la Reconquista», para entregar a Leonor de Borbón los atributos correspondientes. «Todo lo que el concejo de Cangas de Onís significa para Asturias y para España aconseja celebrar el acto de entrega de atributos a la Princesa en Covadonga», ha indicado el alcalde, quien además ha aprovechado para recordar que en el momento que la Infanta pase a ser Princesa de Asturias, también se convertirá en la nueva presidenta de honor del patronato del real sitio de Covadonga.
La «vida normal» de la Infanta Leonor
Claro que los padres de la Infanta siempre han reivindicado “una vida normal” para su hija; y aún no está claro que los futuros Reyes quieran aceptar este tipo de ceremonias protagonizadas por Leonor. Don Felipe y Doña Letizia han hecho todo lo posible porque su hija tenga una infancia similar a las niñas de su edad. Pero a partir de una semanas su vida cambiará. Dejará de ser la nieta del Rey, para convertirse en la primogénita del nuevo Monarca y por lo tanto heredera directa del trono de España. Regulado por Real Decreto desde 1977, pasará a ser tratada como Su Alteza Real. Y además de Princesa de Asturias, también será Princesa de Gerona, de Viana (Navarra), duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer.
Ahora bien, el de Princesa de Asturias es el principal de los títulos que ostenta la heredera al trono de España. Desde su origen, en 1833, ya son 36 las personas que han heredado este título. De hecho, la hija del futuro Felipe VI será la segunda Leonor que se convierta en Princesa de Asturias. La primera, Leonor de Castilla –que a veces ni se incluye en este tipo de listas puesto que sólo ostentó este título durante un año (1424-1425)- fue desplazada por el nacimiento de su hermano Enrique. Una suerte que le podría tocar también vivir a la actual Infanta si los futuros Reyes tuvieran otro hijo y fuera varón. El artículo 57 de la Constitución de 1978 establece que en la sucesión al trono tendrá preferencia el hombre frente a la mujer. Y aún no ha sido modificado. El debate surgió con el nacimiento de Leonor, pero la cuestión sigue sin resolverse. Hasta el momento, 7 de las 13 mujeres que han ostentado el título de Princesa de Asturias finalmente fueron desplazadas por este motivo. La Monarquía española es la única en Europa que sigue discriminando por razón de sexo en la línea de sucesión de la Corona
Leonor, nacida el 31 de octubre de 2005 en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, se convertirá en la XXXVI Princesa de Asturias, mediante Real Decreto, cuando así se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) un día después de la proclamación de su padre, es decir, el 21 de junio.