El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Artur Mas, no se citaron para una entrevista entre ambos en la breve conversación que mantuvieron este jueves en Madrid con motivo de la proclamación del Rey Felipe VI, han asegurado fuentes del Ejecutivo, coincidiendo con la versión que ha transmitido la propia Generalitat de Cataluña.
Rajoy y Mas se vieron en la recepción celebrada en el Palacio Real tras el acto del Congreso, pero mantuvieron una charla de escasos minutos en la que no se planteó una futura reunión. El portavoz del gobierno autonómico, Francesc Homs, ha calificado el encuentro de «protocolario», mientras que desde Moncloa se asegura que no produjo ningún resultado especial.
Homs sí ha añadido que las citas importantes en política «no se improvisan de pie en una recepción» y ha aprovechado para pedir un encuentro que permita «abordar a fondo lo que plantea el pueblo de Cataluña».
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Minsitros de este viernes, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha sido preguntada por la actitud que mostró Mas durante la proclamación del Rey, su decisión de no aplaudir el discurso de Felipe VI ante las Cortes Generales al que asistía como invitado.
Pero Santamaría ha devuelto la pelota al tejado del presidente catalán. «Es él el que debe dar cumplidas explicaciones si lo cree oportuno. Si me piden un barómetro sobre el respeto institucional, ese es el cumplimiento de las leyes», ha respondido.
La influencia de Felipe VI
La vicepresidenta también ha sido preguntada sobre la influencia que pueda tener Felipe VI para facilitar un diálogo entre las dos partes, el Gobierno y la Generalitat. El Rey proclamó ayer en su discurso ante las Cortes tras jurar el cargo su fe en una España «unida y diversa». «Cabemos todos», aseguró. «Caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben todas las formas de sentirse español», dijo.
Santamaría ha subrayado que la Constitución establece «claramente» las funciones del Rey «como árbitro y moderador de las instituciones»; son los poderes del Estado, ha añadido, los que deben cumplir sus obligaciones también constitucionales de gobernar, legislar y aplicar las leyes. «Cada uno tiene la tarea que la Constitución le encomienda», ha dicho.