Algunas víctimas de los atentados del 11-M han expresado este viernes su «indignación» por no haber sido mencionadas en el discurso que la presidenta de la Fundación, Mari Mar Blanco, ha pronunciado en el Congreso con motivo del homenaje que las Cortes Generales han rendido a las víctimas del terrorismo.
Blanco ha tomado la palabra en nombre de todas las víctimas del terrorismo y ha realizado un discurso en el que ha reprochado la presencia de Amaiur en el Parlamento, ha pedido luchar por el verdadero relato del terrorismo, combatir la impunidad y defender los principios de verdad, memoria y justicia.
«Aquí nos han hecho una encerrona porque solamente es ETA y solamente tiene que prevalecer ETA. Estamos indignados porque el 11-M no se ha mencionado siquiera», ha denunciado tras el acto Amparo Imedio, miembro de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo que encabeza Pilar Manjón, ausente en el acto.
El 11-M tiene que estar presente
Esta víctima ha apuntado a intereses para que los atentados de Madrid del año 2004 sean olvidados y ha advertido de que, en este caso, no volverán a acudir a este tipo de homenajes en el Congreso. «El 11-M tiene que estar siempre presente», ha reivindicado.
No comparte la misma opinión sin embargo la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, madre de una joven fallecida en uno de los trenes. «Me he sentido totalmente identificada», ha dicho después a los medios Pedraza, quien cree que «lo normal» era que Mari Mar Blanco tomara la palabra en nombre de todas las víctimas como presidenta de la Fundación.
La propia Blanco ha lamentado la polémica y ha asegurado que su intención era representar a todas las víctimas sin distinción de la organización terrorista. «Cuando hablo de la memoria, de la dignidad y de la justicia, no hablo de víctimas de ETA, sino de víctimas del terrorismo», ha asegurado.
Blanco ha insistido en que ha pretendido dar voz a todas las víctimas porque «la unidad da la fuerza» y ha justificado su mención directa a Amaiur porque es la única fuerza parlamentaria que no ha condenado la violencia. «Afortunadamente esta Cámara no tiene ninguna formación que apoye a los grupos yihadistas, pero sí hay una formación que se niega a exigir la disolución, a condenar cada uno de los atentados de ETA y se niega a pedir perdón», ha recordado.
Pilar Manjón, la gran ausente
Otra de las sorpresas de la jornada ha sido la ausencia de la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, que tenía reservado un puesto en la mesa presidencial junto al presidente del Congreso, Jesús Posada, Blanco y Pedraza.
Posada ha reconocido que desconocía que Manjón no acudiría al acto, pese a que fuentes de su asociación han asegurado que excusó este jueves su presencia mediante un telegrama remitido a la Fundación de Víctimas.
Quienes tampoco han acudido al Congreso han sido las asociaciones Covite, Voces contra el Terrorismo y Ayuda a las Víctimas del 11-M, quienes sin embargo sí que lo habían anunciado anteriormente justificándolo en su desacuerdo con la política antiterrorista del Gobierno de Mariano Rajoy.
El formato del acto, que se ha celebrado en una sala parlamentaria en vez de hacerlo en el hemiciclo como en anteriores ediciones para poder dar voz a un representante de las víctimas, ha acabado con las críticas de algunas asociaciones de víctimas otros años decidieron dar 'plantón' a las Cortes.