El Ministerio británico de Exteriores ha convocado por quinta vez al embajador español en Londres, Federico Trillo, en protesta por la actitud «provocadora» de un barco español que intentó desviar la ruta de dos barcos comerciales que salían y se dirigían al puerto de Gibraltar, informa el Foreign Office.
El incidente tuvo lugar en «aguas internacionales fuera de Gibraltar», según el punto de vista británico pues, para el Gobierno español, los dos barcos comerciales estaban en aguas españolas. El problema estriba en que España no reconoce a Reino Unido más aguas que las del interior del puerto de Gibraltar, ya que argumenta que por el Tratado de Utrecht de 1713 solo cedió a la Corona británica la ciudad y el puerto de Gibraltar, no sus aguas ni el espacio aéreo.
Londres, sin embargo, reivindica hasta tres millas náuticas de mar territorial, aunque considera que por la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar podría extenderlas hasta las 12 millas. Para el Gobierno británico por tanto, más allá de las tres millas serían aguas internacionales.
El Foreign Office ha revelado en un comunicado que el primer ministro británico, David Cameron, sacó a colación Gibraltar en una conversación mantenida en la noche de este miércoles con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en los márgenes de la reunión de líderes europeos en Bruselas.
«Le dejó claro al señor Rajoy que no podían volver a repetirse los incidentes del verano pasado», en alusión a la escalada de tensión que se produjo con el refuerzo de los controles por parte española en la Verja que separa Gibraltar de La Línea, que provocaron largas colas y que fueron la respuesta española al lanzamiento de 70 bloques de hormigón por parte de Gibraltar a la Bahía de Algeciras.
Antes de que Trillo se persone en el Foreign Office, –ha sido convocado para esta misma tarde– el secretario de Estado británico para Europa, David Lidington, ha declarado estar «extremadamente preocupado» por el intento de un barco del Estado español de «redirigir» la ruta de dos barcos comerciales que salían y avanzaban hacia el puerto de Gibraltar, «asegurando erronéamente que estaban en aguas españolas».
Bajo el punto de vista de Londres, «las embarcaciones estaban en aguas internacionales fuera de Gibraltar», por lo que el comportamiento del barco español «constituye una violación de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho en el Mar».
«La libertad de navegación es un principio vital de la ley internacional», ha avisado Lidington, que informa no obstante de que los dos barcos concernidos pudieron continuar su trayecto. «Sin embargo esto supone un intento cínico por parte del Gobierno español de alterar la actividad económica de Gibraltar, contraviniendo la ley internacional», ha añadido.
De ahí que Lidington haya condenado esta acción «provocadora» y urgido al Gobierno español a «asegurar que esto no se repite».
La convocatoria a Trillo llega unas semanas después de que la Cámara de los Comunes remitiera al Gobierno británico un informe en el que le pedía aumentar la presión diplomática sobre España en respuesta a la «campaña de acoso e intimidación» emprendida a su juicio por el Ejecutivo de Rajoy. Entre las medidas propuestas, figuraba la de convocar a Trillo con mayor frecuencia que hasta ahora.
Esta es la primera vez que se convoca a Trillo desde que asumiera esta semana el cargo el nuevo ministro británico de Exteriores, Phillip Hammond. Como España no admite el fondo de la queja de Londres, al considerar que los incidentes a los que se refiere el Reino Unido no son tales al producirse en aguas españolas, es previsible que también convoque al embajador británico en Madrid para comunicar también una protesta.