La familia del religioso toledano Miguel Pajares, enfermo de ébola en Liberia, ha pedido que se traslade también a España a las dos misioneras infectadas Chantal Pascaline y Paciencia Melgar. Todos ellos permanecen en el Hospital San José de Monrovia, aunque sólo está previsto que sean evacuados Pajares y la hermana Juliana Bohi, de origen guineano y nacionalidad española que no está contagiada por el virus. Las dos religiosas enfermas tienen nacionalidad congoleña y guineana.
«Estoy segura de que si Miguel estuviese en su sano juicio no las dejaría allí, nunca las abandonaría, porque todos tenemos derecho a una muerte digna y más ellos que son verdaderos hermanos», ha explicado Begoña Martín, prima del sacerdote enfermo.
Martín ha pedido a la autoridades españolas que hagan todo lo posible por traer a las dos misioneras enfermas, a las que conoce personalmente. «No podremos volver a dormir en paz si la dejan allí y mi primo nunca las abandonaría», ha asegurado la familiar de Pajares.
Begoña Martín habló por última vez con el misionero el pasado sábado cuando lo encontró «muy cansado y preocupado por la fiebre que ya tenía«. Según ha indicado, desde hacía un mes les enviaba correos electrónicos en los que les transmitía su preocupación y «pedía ayuda ante la enfermedad del hermano Patrick Nshamdze, que falleció la pasada semana».
La familia apoya la decisión del Gobierno español de repatriar a Miguel Pajares aunque considera que «los trámites han sido un poco lentos». «No sé si es la mejor opción repatriarlos o un hospital de campaña para atenderlos allí, lo que me tiene en vilo es que los traigan a todos», ha insistido Martín.