Primero fue la encendida defensa de su secretaria Autonómica, Esther Pastor, ante las facturas de gastos de supermercado a cuenta de la Generalitat. Hoy el presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, ha vuelto a romper una lanza por una de las jóvenes políticas del PP, en este caso Elisa Díaz, diputada de las Cortes, procesada por dejar sorda a una mujer de un golpe. Elisa Díaz, 37 años, además de diputada del PP es hija del exalcalde de Alicante, Díaz Alpieri. Fabra defiende que esta «galleta», por la que ha sido condenada, no debe impedirla «ir en las listas electorales» de nuevo.
Lo curioso es que en el mismo día, este miércoles, aseguraba ante los medios que todas las personas que están en un cargo púlblico deber ser «un ejemplo para todos los ciudadanos«, en relación con el hecho de si debía dimitir o no la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en por un presunto trato de favor en la tramitación del Plan Rabassa, Instantes después, no parecía mantener la misma postura a la hora de valorar el gesto de la diputada autonómica Elisa Díaz.
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra comentó en relación al procesamiento de la hija del exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi, por una falta de lesiones después de que supuestamente lesionara a una mujer con la que discutió en un albergue de animales, que «una galleta no creo que sea motivo» para no estar en las listas electorales.
Fabra se ha pronunciado de esta manera a preguntas de los medios por el caso de Elisa Díaz, en el marco de unas declaraciones sobre la línea roja marcada por el propio presidente para excluir de las listas electorales a personas imputadas en casos de corrupción. En este sentido, ha señalado que «una galleta no creo que sea motivo».
«Saben perfectamente lo que es la línea roja en cuanto a temas de corrupción y no es ese«, ha comentado el jefe del Consell, quien ha apuntado que se trata de un «desagradable incidente que tendrá que asumir como ciudadano, no como cargo público».