martes, noviembre 26, 2024
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La enfermera pudo tocarse la cara con un guante infectado del virus

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Comienza el baile de declaraciones y versiones encontradas. ¿Dónde está el origen del contagio? Ésta es una de las cuestiones que trae de cabeza a la Consejería de Madrid y al complejo hospitalario Carlos III-La Paz y quiere resolverlo ya. Tanto, que mientras la auxiliar de enfermería contagiada por ébola ha asegurado en una entrevista concedida a Cuatro que no sabía dónde pudo estar el fallo dentro del protocolo de seguridad, uno de los médicos internistas que atiende a la auxiliar de enfermería ingresada en el hospital madrileño, Germán Ramírez, ha insistido en que la enfermera le dijo «hasta en tres ocasiones» que pudo haberse tocarse la cara con uno de los guantes al retirarse una parte del traje de protección con el que se vistió para atender al misionero Manuel García Viejo, fallecido el pasado 25 de septiembre como consecuencia de este virus.

Según este mismo médico, Teresa Romero le ha transmitido que cree recordar que el contagio «es posible que fuera en la primera ocasión» en la que asistió al religioso español infectado de ébola. «Esta mañana he revisado con ella toda la cadena de puesta del traje y su actividad dentro de la habitación», ha explicado el doctor, quien ha señalado que en uno de los momentos le ha transmitido «esta posibilidad» de contacto con la cara.

Aunque el primer día la enfermera negaba que hubiera podido cometer algún error con el protocolo, ahora dice que está «confusa con tanta llamada» y es «posible» que haya tenido ese contacto, ha asegurado el médico. En este punto, la subdirectora del hospital La Paz-Carlos III, Yolanda Fuentes, ha añadido que las maniobras de protocolo en la retirada de los trajes especiales «pueden pasar inadvertidas incluso para ella». «Cuando son advertidas las registran inmediatamente porque son los primeros interesados en que eso se registre. Por eso a lo mejor han tardado tanto en poderlo decir, porque ha estado ella misma analizando todo el proceso», ha añadido.

«No ha sido un error, sino un accidente»

Por otra parte, Ramírez ha manifestado que lo que ha querido el equipo médico que ha hablado con la paciente es conocer si podía haber algún defecto en la cadena de retirada del traje. «Hemos identificado este punto, pero no ha sido un error, ya que el error consiste en sabiendo las cosas hacerlas mal. Podía haber sido simplemente un accidente y probablemente en un primer momento no lo podía recordar por la situación clínica en la que estaba», ha apuntado.

El doctor en Medicina Interna ha reiterado que ha hablado con la paciente en tres ocasiones y otra más poco antes de dar la rueda de prensa poco después de las 14 horas. «Ella me ha autorizado a dar esta información y es la única que voy a dar. Me parece interesante que transmitan esta información, que estamos vigilando y revisando. Somos los primeros interesados en saber dónde ha estado el problema y dónde ha podido estar el origen de la transmisión», ha declarado.

Germán Ramírez ha insistido en que ha sido la propia enfermera la que ha querido que se transmita esta información. «No es una cuestión de cogerla en un renuncio, sino de analizar cuáles son los posibles errores. Ni yo quiero inducirla ni quiero que se le olvide nada», ha apostillado. A preguntas de los periodistas sobre la supervisión en la retirada del traje por parte de Teresa tras asistir al misionera, Ramírez sólo ha respondido que «en otras ocasiones ya se ha explicado que cada vez que entran siempre hay personas que están supervisando la puesta o la retirada del traje».

La infectada se enteró por la prensa

La propia Teresa Romero ha afirmado en Cuatro que se enteró por la prensa de su contagio y no por el personal sanitario que la estaba atendiendo en urgencias del hospital de Alcorcón (Madrid). «Nadie me lo dijo, lo intuía pero me entere por el móvil. Lo sospeche porque la última vez entraron con un buzo blanco, pregunte al médico por mi resultado y no habló claro. Vi el móvil y vi que había dado dos positivos por ébola. No te dicen a la cara: oye Teresa que tienes ébola», según ha señalado en declaraciones a Cuatro.

La sanitaria ha afirmado que se encuentra «algo mejor» y ha agradecido todo el apoyo que está recibiendo del personal sanitario. «Estoy muy agradecida a mis compañeros, pero en las autoridades sanitarias no pienso», ha afirmado. En esta misma entrevista ha afirmado que no sabe dónde pudo estar el fallo dentro del protocolo de seguridad activado en el cuidado del misionero Manuel García Viejo, que murió en septiembre por el mismo virus. Afirma, que les prepararon para usar los trajes de seguridad pero no recordaba el tiempo de formación, aunque ha admitido que «no fue mucho tiempo».

La sanitaria ha señalado que su traslado al centro hospitalario de Alcorcón se realizó en una ambulancia que no estaba preparada para dicha urgencia, además ha explicado que los enfermeros que acudieron a su casa no iban con el traje de protección especial. Además, ha confirmado que días antes acudió a Atención Primaria donde le recetaron paracetamol, aunque en ningún momento ella notificó  a su doctora haber tenido contacto con los misioneros fallecidos, según ha asegurado. «Tampoco pensé que fuera ébola en ningún momento», ha afirmado, reconociendo que ella no solicitó la prueba durante los días que tuvo fiebre.

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