El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dado por muerta la consulta soberanista en Cataluña del próximo 9 de noviembre y ha asegurado que «ahora» se abre el «camino del diálogo». Eso sí, ha advertido que el Ejecutivo recurrirá a los tribunales si el presidente de la Generalitat, Artur Mas, plantea otra consulta alternativa para el 9 de noviembre contraria a la ley.
«No sé qué se ha anunciado para el día 9 pero no hay más criterio que diálogo y ley. Y si vemos que hay cosas que vayan contra la legislación tendremos que recurrir como en muchas ocasiones recurren otros gobiernos o recurren los ciudadanos. Para eso están los tribunales, tanto el Tribunal Constitucional como el resto», ha declarado Rajoy en los pasillos del Congreso.
El jefe del Ejecutivo ha dicho que espera que después de la «experiencia» que han vivido con este referéndum «que ya no se va a celebrar», el Gobierno catalán «actúe con sensatez, con moderación, con equilibrio y con razón, y se acepten las propuestas para hablar y para dialogar, pero siempre en el marco de la ley».
Rajoy ha recordado que el 12 de diciembre de 2013 el presidente catalán anunció la convocatoria de un referéndum de autodeterminación y ha añadido que ese mismo día su Gobierno ya dijo que eso «no era posible» porque vulneraba la ley y la Constitución.
«Ese referéndum no se va a celebrar, lo ha dicho el señor Mas. Ayer califiqué eso como una excelente noticia y vuelvo a reiterarlo ahora porque es un triunfo de la democracia y de la ley», ha declarado, para añadir que ningún gobernante puede situarse por encima de la ley.
El jefe del Ejecutivo ha reiterado que es «muy positivo» que ese referéndum que anunció Mas no se vaya a llevar a cabo. «Y de cara al futuro se abre un camino para hablar y para dialogar que es lo que debería haberse hecho desde el principio y no tomar decisiones unilaterales», ha enfatizado.
En este sentido, ha subrayado que la posición del Ejecutivo está «muy clara» y ha agregado que está dispuesto a hablar «siempre y cuando se haga en el marco de la ley», ya que lo que «no puede hacer nadie ni en España ni en ninguna democracia civilizada es intentar saltarse la ley». A su juicio, hacer eso es «liquidar la democracia».
Por tanto, ha insistido en que «hay un camino» y se ha mostrado convencido de que el conjunto de la sociedad española quiere que «construya» ese camino. «Yo estoy dispuesto a hacerlo. A lo que no estoy dispuesto es a que se puedan hacer cosas violando la voluntad de la mayoría de los ciudadanos», ha concluido.