La portavoz de UPyD en el Congreso de los Diputados, Rosa Díez, ha lamentado que el mito de Pinocho no se haya cumplido este martes tras la intervención que ha efectuado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de una «hora larga mintiendo» y sin crecerle la nariz al defender el proyecto de ley de Presupuestos Generales del EStado de 2015 (PGE).
En declaraciones a los medios en el Congreso, Díez ha reconocido que las dos únicas verdades que el responsable de Hacienda ha formulado en su intervención se han producido cuando ha dicho que subía a la tribuna, y cuando ha afirmado que la sociedad española «está dando una lección». «Hay que tener poca vergüenza» para atribuirse los méritos del sacrificio de la sociedad española, lamenta Díez.
Asimismo, ha destacado que la palabra que más ha repetido Montoro haya sido empleo, hasta en una veintena de veces, y con ello le ha preguntado qué le parece que un contrato de dos horas a la semana sea crear empleo. «El único rápido, indefinido y de calidad es el que se ha creado de Gallardón», ha avisado.
A su vez, la portavoz de la formación magenta ha criticado que el ministro de Hacienda haya finalizado su intervención en la Cámara con un «catálogo de damnificados», mencionando a pensionistas, parados, profesores o estudiantes, por ejemplo, defendiendo que estos PGE van a beneficiarles. «Hace falta tener poca vergüenza y ser un cínico», ha vuelto a insistir Díez.
Finalmente, ha rechazado que Montoro se haya puesto del lado de los funcionarios en su intervención, después de crimininalizarles «año tras año».
«Creo que no tiene motivos para estar orgulloso de ser ministro este último trienio. Todos los damnificados que le hayan escuchado habrán pensado que no tendrá nada de lo que sentirse orgulloso. Lo mejor que puede hacer para dejar de crecer el número de damnificados es que se vaya a su casa», ha sentenciado Rosa Díez.
«Sólo Ana Botín puede estar tranquila»
El portavoz de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso, José Luis Centella, ha insistido este martes en que los Presupuestos de 2015 «condenan a la mayoría de los españoles a más sufrimiento» y que sólo dejan «tranquilos» a los acreedores de la deuda pública, como la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, que son los únicos que «están seguros de que van a cobrar sus intereses».
Así se ha pronunciado en declaraciones a los medios tras escuchar la presentación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2015 por parte del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ante el Pleno de la Cámara Baja.
Una intervención que, según Centella, no pretendía explicar las cuentas del próximo ejercicio porque «poco tienen que explicar más allá de vaguedades y de promesas que luego son difícilmente» cumplibles». «En algunos momentos parecía que Montoro estaba dando una ponencia en la escuela de verano de FAES«, ha llegado a decir el diputado andaluz.
Por eso, ha continuado el portavoz parlamentario de IU-ICV-CHA, el ministro de Hacienda ha «empleado media hora para excusar la mala gestión del Gobierno en los últimos tres años».
No son creíbles
A renglón seguido, el portavoz de la coalición ha afirmado que el proyecto de Presupuestos «no resuelve los problemas del país, condenan a la mayoría de los españoles a más sufrimiento y no son creíbles porque están basados en premisas que no se cree nadie».
«Hoy sólo la señora (Patricia) Botín, (presidenta del Banco Santander) está tranquila, está segura de que va a cobrar sus intereses y que ha ganado ya la votación sin haberse celebrado siquiera. El resto de españoles no sabemos qué nos ocurrirá en los próximos meses, porque los Presupuestos condenan claramente a la gente«, ha añadido Centella.
Y es que, a su entender, los Presupuestos «no afrontan la realidad del país y no resuelven los graves problemas para la salida social de la crisis» como demuestran las cifras pequeñas, que no son «fácilmente manipulables» como sí lo son las grandes. Datos de la microeconómica como la «pérdida de poder adquisitivo» de las pensiones, que el pago de la deuda supera a cualquier otra partida presupuestaria o las «trampas» de «no incluir todo el gasto en Defensa» para conseguir «esos porcentajes que luego Montoro se sacan de la manga».