El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol no ha querido valorar la detención de su hijo menor, Oleguer Pujol, que tuvo lugar el jueves cuando Fiscalía Anticorrupción y la Udef del Cuerpo Nacional de Policía registraron su casa en busca de pruebas de presuntos negocios fraudulentos, tras lo cual quedó en libertad con cargos.
Al salir de su casa en Barcelona este viernes a primera hora de la tarde, el expresidente ha declinado contestar a las preguntas de los periodistas sobre el caso que investiga la Audiencia Nacional diciendo: «Buenos días. Ya les he dicho que no haría declaraciones».
Oleguer Pujol quedó el jueves en libertad tras negarse a declarar en dependencias policiales, imputado por delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública después de ocho horas de registro.