El Banco de Alimentos de Madrid trabaja a contrarreloj para llevar a cabo la campaña de noviembre. El objetivo es conseguir recaudar dos millones de kilos de alimentos y para ello la organización necesita la participación de 20.000 voluntarios. Por el momento han logrado reunir a 4.200 participantes pero el plazo de inscripción finaliza el próximo 10 de noviembre. “Estamos haciendo todo lo posible para hacer este llamamiento y lograr reclutar a los voluntarios necesarios para la distribución en los supermercados”, explica a Estrelladigital.es una de las portavoces.
La iniciativa tendrá lugar los días 28, 29 y 30 de noviembre y se instalarán cerca de un millar de puntos de recogida de alimentos no perecederos en diferentes supermercados e hipermercados de la Comunidad de Madrid. La función de los voluntarios consiste en atender esos puntos e informar a los clientes sobre el funcionamiento de la campaña.
“Solo necesitamos que presten cuatro horas de su tiempo. Deben informar a los clientes sobre la campaña para que aporten alimentos no perecederos al terminar de hacer su compra y también ir contabilizando y clasificando los alimentos”, según explica la organización. Para participar en la Gran Recogida de Alimentos los voluntarios pueden inscribirse a través de la página web www.granrecogidamadrid.org .
La intención de la organización es incrementar en un 20% el número de personas a las que poder asistir a través de las entidades benéficas. En el año 2013 el Banco de Alimentos de Madrid logró distribuir 13 millones de kilos de alimentos y ayudó a 100.000 personas a través de diversas entidades.
Aumenta la exclusión social
La semana pasada la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada) y Cáritas presentaron el VII informe sobre exclusión y desarrollo social en España en 2014. El documento presentado en Madrid el pasado 28 de octubre desprende que el núcleo central de la sociedad española considerado en situación de integración social plena es una “estricta minoría” y que en la actualidad representa tan solo el 34,3% mientras que en el año 2007 se situaba en el 50%.
Es decir, la población excluida en nuestro país asciende al 25% y afecta a más de 11.746 personas, de las cuales 5 millones se encuentran en exclusión severa. Esta precariedad afecta sobre todo a ámbitos como la vivienda y la salud y de los 11,7 millones de excluidos el 77% sufren exclusión del empleo, el 61% exclusión de la vivienda y el 46% exclusión de la salud.