El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha planteado en el Congreso la necesidad de revisar la implantación del copago para medicamentos de dispensación hospitalaria para pacientes que no estén hospitalizados aprobado por su antecesora en el cargo Ana Mato en 2013, ya que a su juicio «no tiene mucho sentido» que siga en vigor.
Así lo ha reconocido durante su primera comparecencia ante la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales en la Cámara Baja, en la que ha recordado que la propia Mato ya dio marcha atrás en la puesta en marcha de otros copagos introducidos en su reforma sanitaria, destinados al transporte sanitario no urgente o productos ortoprotésicos o dietoterápicos. «Y la misma reflexión alcanza al copago de farmacia en los hospitales, que no tiene mucho sentido y creo que debemos revisar», ha reconocido.
La medida afecta a 157 presentaciones farmacológicas de 43 medicamentos destinados a procesos crónicos o graves —oncológicos, hepatitis, reproducción asistida, la artritis reumatoide o degeneración macular, entre otros— que hasta entonces los pacientes adquirían gratis en las farmacias de los hospitales.
Y desde su entrada en vigor en octubre de 2013, aunque se facilitó un plazo de tres meses para que las administraciones regionales pudieran adaptarse, establecía una aportación del usuario de un 10 por ciento del PVP del medicamento, con un máximo de 4,26 euros. Desde su anuncio numerosas comunidades se mostraron reacias y no la han aplicado, y hubo incluso algunas como Castilla y León, Andalucía o País Vasco que interpusieron recursos contra esta medida.
Pese a esta decisión, Alonso ha defendido la labor de Mato y ha asegurado que el nuevo sistema de copago que introdujo con su reforma sanitaria es «mejor que el que había antes y ha funcionado», ya que «introdujo cuestiones de justicia» al establecer un porcentaje de pago en función de la renta.
Aunque gran parte de su comparecencia ha estado marcada por el problema de la hepatitis C y el desarrollo del Plan estratégico Nacional contra la enfermedad, Alonso también ha defendido la reforma sanitaria impulsada por Mato en abril de 2012, que a su juicio ha hecho sostenible la sanidad pública española y ha conseguido importantes ahorros en gasto farmacéutico.
«Tenemos un modelo sanitario más racional y flexible», ha defendido el ministro, que además ha avanzado varias de las medidas que pondrá en marcha en las próximos meses en materia sanitaria.
Dos nuevos RD en materia de farmacia
Entre ellas ha destacado la actualización del catálogo de implantes quirúrgicos y ortoprótesis y los importes máximos de su financiación; la aprobación de dos Reales Decretos en materia farmacéutica, uno de ellos para el desarrollo del Fondo de Garantía Asistencial aprobado en 2012 para compensar el gasto en farmacia de los servicios de salud cuando atienden a pacientes de otra comunidad.
Además, también ha mostrado su compromiso de desarrollar los pactos con los profesionales médicos y enfermeros y ha hecho alusión al que no se consiguió con los grupos políticos en el Congreso, a juicio de Alonso por haber «dedicado mucho tiempo a argumentos de confrontación y no a buscar un lugar de encuentro».
«Quiero trabajar en buscar dónde puede haber acuerdos. Entiendo muchas posiciones y no hay que ser rígido. Vengo con voluntad de entendimiento», ha defendido. Sobre todo porque, según Alonso, después de tres años de trabajo con una agenda de «reformas sin precedentes» es el momento de aprovechar el crecimiento económico para «plantear nuevas ambiciones» y «sacar el máximo provecho de los recursos» de que dispone la sanidad pública.